Bangkok, 18 mar (EFE).- El Gobierno de Australia protestó ante las autoridades de China por la “intimidación” que suponen las cartas anónimas enviadas a australianos en las que se ofrece una recompensa por información sobre el paradero del disidente de Hong Kong, Kevin Yam, que reside en Australia.
En una conferencia de prensa, la ministra de Asuntos Exteriores de Australia, Penny Wong, aseguró este martes que su país había presentado una “protesta” ante diplomáticos chinos por estos actos, sin responsabilizar directamente a Pekín por ello.
“El Gobierno australiano no acepta que otros gobiernos interfieran con nuestros ciudadanos ni hagan sentir inseguro a nadie. Esperamos que nuestros ciudadanos sean respetados y nos mantenemos firmes ante cualquier interferencia extranjera”, sostuvo al ser consultada sobre el caso.
El abogado reaccionó en X a las palabras de Wong y aseguró que no cometerá suicidio, mantendrá el curso normal de su vida y no regresará voluntariamente a Hong Kong “antes de que sea libre”.
Según explicó la cadena pública ABC, la semana pasada alguien hasta ahora no identificado públicamente envió a varias direcciones de Melbourne una misiva con una fotografía de Yam, en la que se indicaba la recompensa de unos 128.000 dólares que la Policía de Hong Kong ha ofrecido a quien ayude a localizarlo o arrestarlo.
La orden de arresto contra el disidente de 48 años con ciudadanía australiana fue emitida en 2023, cuando se le acusó de infringir las leyes de seguridad nacional, un alegato utilizado por la Justicia china para actuar contra críticos en el extranjero.
Entonces, la Policía de Hong Kong ofreció un millón de dólares hongkoneses (127.700 dólares, 117.000 euros) a cambio de información que permita su arresto y el de otros siete activistas exiliados en países como Australia, Canadá, Reino Unido o Estados Unidos.
En el último quinquenio, decenas de activistas prodemocracia han sido condenados a penas de hasta 10 años de prisión por “conspiración para subvertir el poder”, luego de las manifestaciones de 2019 en las que ciudadanos de Hong Kong pedían más libertades y mayor democracia.