Madrid, 8 may (EFE).- La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha defendido su petición al Ejecutivo central para que asumiera la gestión de la emergencia durante el apagón eléctrico del día 28, pues “no quería ver otra vez las imágenes de Valencia” durante la dana, con “ciudadanos abandonados por culpa de un Gobierno negligente que no está donde se le necesita”.

“Nunca se había visto en España un apagón que afectaba, en principio, a tres países (…), no sabíamos a qué tragedia nos podrían haber llevado”, ha alegado Díaz Ayuso este jueves en el pleno de la Asamblea.

El lunes 28 de abril, Madrid, al igual que otras siete autonomías gobernadas por el PP, solicitó al Gobierno declarar el nivel 3 de emergencia de interés nacional. Todas estas regiones, salvo Madrid y Extremadura, pidieron desactivar la medida al día siguiente. La Comunidad dejó la decisión en manos del Ministerio del Interior, que desactivó el nivel 3 de emergencia el miércoles.
La presidenta autonómica ha subrayado que su equipo “estuvo hasta la una de la mañana trabajando”, y a la vez ha cargado contra el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, que les convocó a una reunión “a las doce y media de la noche, después de un día de vacaciones”.
“Ahí estaba la Comunidad de Madrid, dando la cara y ayudando para que sus servicios críticos y las cosas más importantes funcionaran mientras ustedes estaban desaparecidos”, ha abundado Díaz Ayuso dirigiéndose a los diputados del grupo socialista de la Asamblea regional.
Y ha arremetido contra el Gobierno de Pedro Sánchez y la dirección de Red Eléctrica de España, que preside Beatriz Corredor: “Son ustedes los que ponen a los más inútiles, a los activistas, a sueldos de 540.000 euros para que luego España se vaya a negro (…) y digan que a lo mejor en meses, o jamás, sabremos la verdad”.
Díaz Ayuso ha realizado estas afirmaciones en respuesta a una pregunta de la portavoz del PSOE-M, Mar Espinar, quien ha aseverado que la presidenta “se frota las manos cada vez que pasa algo en España” y que cedió el control de la emergencia a Interior esperando “que le estallara en la cara”.