Ayuso reconoce el pasado de «represión» en la Casa de Correos pero sin deslegitimarla

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, durante su intervención en el acto institucional por el 40 aniversario de la Real Casa de Correos. EFE/Daniel González

Madrid, 13 jun (EFE).- La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha reconocido este viernes que la Real Casa de Correos tuvo «un triste papel de represión» tras la Guerra Civil pero en la Transición se convirtió en «símbolo de concordia y reconciliación»; unos «lazos de generosidad» que «no pueden ser hoy deslegitimados».

MLa presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, acompañada por el presidente de la Asamblea de Madrid, Enrique Ossorio (3i), la periodista Marta Robles (i), el escritor y filósofo (Fernando Savater), y los consejeros que formar parte del equipo de gobierno de Ayuso, Mariano de Paco (4d), Rocío Albert López, Miguel López Valverde (/2d) y Emilio Viciana, durante su intervención en el acto institucional por el 40 aniversario de la Real Casa de Correos. EFE/Daniel González

La Comunidad de Madrid ha celebrado el 40 aniversario de que la Real Casa de Correos sea la sede del Gobierno regional: una celebración enmarcada en medio de la polémica entorno a su declaración como lugar de memoria histórica por parte del Ejecutivo de Pedro Sánchez.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, posa junto a expresidentes de la institución durante el acto institucional por el 40 aniversario de la Real Casa de Correos como sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid, este viernes en Madrid. EFE/Daniel González

El Gobierno nacional quiere declarar la que fue Dirección General de Seguridad franquista, ubicada en el edificio de la Real Casa de Correos, como lugar de memoria histórica y colocar una placa; lo que el Ejecutivo de Ayuso ha llevado hasta los tribunales.

Durante su intervención, Ayuso ha hecho un recorrido sobre las diferentes funciones de este edificio, que desde el siglo XIX «acogió la Capitanía General, el Gobierno Militar y la Guardia de Prevención, reservando la planta baja a Correos y en 1847 pasaría a convertirse en Ministerio de la Gobernación, hasta 1939”.

«Lo fue también con el Gobierno del Frente Popular durante la Guerra Civil, en que tuvo un triste papel de la represión de retaguardia», y, como ha recordado la presidenta madrileña, fue sede de la Dirección General de Seguridad.

«Desde el primer momento, escenario de una dura persecución y detención de los opositores al régimen, con episodios de maltrato y torturas a muchos de los detenidos. Entre ellos, al padre del presidente de la Comunidad, Alberto Ruiz- Gallardón», ha señalado la presidenta madrileña.

«La Real Casa de Correos fue, durante la Transición, un símbolo de concordia y reconciliación. Estos lazos de generosidad fraterna por parte de quienes sufrieron y vivieron los horrores de la Guerra Civil no pueden ser hoy deslegitimados”.

Así, ha añadido que por la Dirección General de Seguridad pasaron «opositores políticos de todo signo, desde monárquicos y liberales, a comunistas y socialistas», y fue el expresidente socialista madrileño Joaquín Leguina quien quiso «recuperar este edificio de todos para el pueblo de Madrid, como había sido siempre».

La presidenta ha explicado también que en fachada principal ya hay tres placas que recuerdan “la fortaleza de un pueblo libre”: una en homenaje a los Héroes del Dos de Mayo; otra a las víctimas del 11 de marzo; y la tercera en recuerdo a las víctimas de la pandemia.

También ha destacado que, desde hace 40 años, “lo que aquí suena, resuena en España entera y a menudo en el mundo” y ha agradecido la labor de todos los presidentes que han pasado por ella. Y ha destacado el papel del primero, Joaquín Leguina, para convertirlo en sede del Gobierno y la del presidente Alberto Ruiz-Gallardón, con su rehabilitación.

Además, con motivo de esta rehabilitación ha recordado que, en su inaguración, el Rey Juan Carlos destacó “la proverbial hospitalidad que hace de esta Comunidad, lugar de encuentro de todos los españoles” y la “generosidad con que los madrileños acogen y contribuyen a realizar los proyectos de vida en común”.