Bagnaia ya sabe que no hay ‘jardín’ que respete su compañero Marc Márquez

El piloto italiano de MotoGP Francesco Bagnaia (I) del equipo Ducati Lenovo y su compañero de equipo, el piloto español de MotoGP Marc Márquez (D), en acción durante el Gran Premio de Motociclismo de Italia en el circuito de Mugello en Scarperia. EFE/EPA/CLAUDIO GIOVANNINI

Redacción deportes, 25 jun (EFE).- El italiano Francesco ‘Pecco’ Bagnaia (Ducati Desmosedici GP25) llega al circuito TT Assen, escenario del Gran Premio de los Países Bajos de MotoGP, en donde ha ganado en las tres últimas temporadas de manera consecutiva, sabiendo que no hay ‘jardín’ que respete su compañero de equipo, el español Marc Márquez.

Bagnaia tenía la esperanza de recuperar el pulso de la temporada en Mugello (Italia), en donde también había ganado de manera consecutiva durante las tres últimas temporadas, pero se topó con un Marc Márquez inconmensurable que ganó tanto la carrera ‘sprint’ como el gran premio, dejando claro que las estadísticas no van con él.

Y, aunque el propio Marc Márquez ha señalado que el circuito TT Assen es aún más, si cabe, el ‘jardín’ de ‘Pecco’ Bagnaia, pocos hay que suscriban sus palabras, incluido quien firma éstas, pues el ocho veces campeón del mundo tampoco es ‘manco’ en la que durante muchos años ha sido considerada la ‘Catedral’ del motociclismo mundial.

Márquez ganó por primera vez en el TT Assen en 2014 y repitió, por segunda y última vez, en 2018, pero ha pisado el podio hasta en cinco ocasiones más, pues lo hizo como segundo en 2013, el año de su debut en MotoGP, en 2015, 2016 y 2019, siendo tercero en 2017 y en 2024, ya recuperado de su grave lesión y por primera vez como piloto Ducati en la escudería Gresini Racing.

El año pasado estuvo en la pelea por las posiciones de podio y sólo una sanción por incumplir con el porcentaje de media de la presión de los neumáticos le relegó a la décima posición.

Así las cosas, Bagnaia necesita imperiosamente encontrar soluciones a los problemas que arrastra con su moto si no quiere decir adiós a la pelea por el título mucho antes de tiempo, aunque se antoja complicado que ni él, ni Alex Márquez (Ducati Desmosedici GP24), segundo en la clasificación provisional del mundial, puedan frenar a un casi imbatible Marc Márquez.

Bagnaia se encuentra en la tercera posición del campeonato a 110 puntos del líder, una situación que debe enmendar si quiere ser aspirante al título hasta el final de la temporada, pero cuyo objetivo se antoja complicado de conseguir si no cambian muchos las cosas que, para él, se centran en torno al rendimiento de su Ducati Desmosedici.

Cada vez está más claro que estamos ante el mejor piloto de la actualidad con la mejor moto y su trayectoria de la temporada, omitiendo errores, lo deja más que claro, con cinco victorias, un segundo y un tercero en grandes premios, y ocho victorias, de nueve posibles, en las carreras ‘sprint’ de los sábados.

Falla poco, muy poco, y ese es un valor añadido a las excepcionales cualidades de pilotaje de Marc Márquez, que, casualmente, tiene como máximo rival, a quien más cerca se encuentra de él, a quien entrena, va al gimnasio y como él mismo dice, se echan la siesta juntos, su hermano Alex Márquez.

Alex Márquez, se encuentra 40 puntos por detrás de su hermano y ha logrado esta temporada su tan ansiada y merecida primera victoria en MotoGP, en el Gran Premio de España disputado en el circuito ‘Ángel Nieto’ de Jerez de la Frontera, además de conseguir el triunfo en la ‘sprint’ de Silverstone (Reino Unido) y concluir prácticamente en todos los grandes premios por detrás de su hermano. Muchos dirían que como su fiel escudero, pero nada tiene que ver.

El pequeño de los hermanos Márquez tiene sus propios objetivos y ni él duda de que si tuviese la oportunidad, intentaría batir a su hermano mayor, pero también sabe y reconoce, incluso en público, que ese es un trabajo complicado, por no decir imposible, sobre todo porque más tarde o más temprano, seguramente, la condición de piloto oficial del fabricante de Borgo Panigale permitirá a su hermano dar un salto cualitativo hacia adelante.

La cuarta y la quinta plaza del campeonato son también para pilotos de Ducati y, también compañeros de equipo, los italianos Franco Morbidelli y Fabio di Giannantonio -el único que dispone de una Desmosedici 2025 además de los pilotos oficiales-, y que, por casualidades de la vida, en Mugello acabó en el podio, tras un comienzo de temporada con muchos altibajos que ‘Diggia’ dice haber superado.

Otros que parecen haber dado un paso adelante, aunque los resultados no lo reflejan así, son los pilotos de KTM, en particular Pedro Acosta y, sobre todo, Maverick Viñales, aunque la competición fue injusta con ellos en Mugello y no acabaron al nivel de las expectativas que generaron durante las jornadas de entrenamientos y clasificación.

La evolución que habían mostrado en anteriores citas los pilotos de Yamaha, el francés Fabio Quartararo y el español Alex Rins, quedó algo empañada en Italia, en donde los altibajos y una fuerte caída del primero, condicionaron mucho su rendimiento, como también el de otro francés, Johann Zarco y su Honda RC 213 V, que tampoco dieron el paso adelante que parecían estar en disposición de dar tras los ‘test’ de Aragón.

Quienes si mostraron cierta mejoría fueron los pilotos del fabricante italiano con sede en Noale, Aprilia, que colocaron a su principal referente -ausente por lesión el campeón del mundo Jorge Martín-, el italiano Marco Bezzecchi, en una más que meritoria quinta plaza, con los pilotos de su equipo satélite, el español Raúl Fernández y el japonés Ai Ogura, que reaparecía tras lesionarse, en la séptima y décima posición, respectivamente.

Tanto ellos como los representantes de KTM y Yamaha, necesitan el revulsivo de un buen resultado para creer en sus posibilidades, lo mismo que Honda, que tiene en su mejor representante a Zarco, sin que el piloto oficial del fabricante del Ala Dorada, el español Joan Mir, sea capaz de despegar el vuelo por uno u otro motivo y con su compañero de equipo, el italiano Luca Marini, todavía lesionado.

Juan Antonio Lladós