París, 3 sep (EFE).- El primer ministro francés, François Bayrou, ha sugerido a los socialistas que se abstengan en la moción de confianza del próximo lunes, que probablemente le obligará a dimitir y tumbará a su Gobierno, porque si votan en contra como han anunciado no podrán constituir un Ejecutivo alternativo como pretenden.
En una entrevista al canal BFMTV este miércoles, Bayrou ha señalado que el Partido Socialista (PS) «debería plantear su abstención si quiere constituir un Gobierno».
El primer ministro centrista ha decidido organizar una moción de confianza el día 8 para obtener respaldo a su proyecto de presupuestos de 2026 con un ajuste de cerca de 44.000 millones de euros, pero la oposición en bloque -que en conjunto tiene mayoría absoluta en la Asamblea Nacional- ha dicho que votará en contra, y eso incluye el PS.
Pero para salir del bloqueo y tratar de impedir una crisis de Gobierno, el presidente francés, Emmanuel Macron, organizó ayer un almuerzo con los líderes de los partidos que sostienen el Gobierno Bayrou para pedirles que busquen asociar al PS.
Una iniciativa que recibió una respuesta en parte favorable del primer secretario del PS, Olivier Faure, que en una entrevista al canal LCI dijo que estaba «a disposición» del jefe del Estado para discutir sobre las «condiciones» en que la izquierda podría dirigir un Gobierno.
Faure puntualizó que no acepta la idea de «un Gobierno que sería a la vez de derechas y de izquierdas», sino que querría «un Gobierno de izquierdas» que luego negociara «proyecto por proyecto» para obtener apoyos en una Asamblea Nacional que «no es exclusivamente de izquierdas, en la que nadie tiene mayoría absoluta».
A partir de ahí, Bayrou ha señalado que «Olivier Faure cree que puede ser nombrado primer ministro» pero «la cuestión es con qué mayoría», ya que también ha dicho que no lo haría con La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon.
Y ha insistido en que el líder socialista no puede pretender conseguir una mayoría sin LFI si al mismo tiempo tumba al Ejecutivo actual que está apoyado por el llamado «bloque central» cuyos votos necesitaría más tarde.
Bayrou ha repetido la idea de que los parlamentarios que van a votar contra su moción de confianza el próximo lunes deberían preguntarse si eso beneficiará al país.
«Si representan a los franceses -les ha lanzado-, pregúntense dónde está el interés nacional» ya que la caída de su Gobierno «va a crear inestabilidad en el país», cuando la situación de las finanzas públicas es «grave y urgente» y los franceses «quieren estabilidad».
El primer ministro centrista ha asegurado que está abierto a negociar el contenido de su plan de ajuste, pero no ha querido renunciar de entrada a una de las medidas más controvertidas que incluye ese plan, la supresión de dos días festivos, algo que le piden incluso numerosos parlamentarios del «bloque central».
Su argumentación es que está dispuesto a renunciar «desde el momento en que hayamos encontrado» otra u otras medidas que permita un ahorro equivalente, estimado en unos 4.000 millones de euros.
Bayrou empezó el lunes a recibir a los partidos políticos en un intento desesperado para salvar su puesto y a su Ejecutivo y mañana recibirá al PS, que ha adelantado que irá por guardar las formas, pero que su decisión de votar contra la confianza del primer ministro está hecha.
Si como todo apunta, Bayrou cae el lunes, será Macron el que tendrá que decidir si nombra a otro primer ministro que busque una mayoría alternativa en una Asamblea Nacional extremadamente fragmentada o si convoca elecciones legislativas anticipadas.
Preguntado por esa disyuntiva, el todavía primer ministro ha señalado que la segunda opción «es un riesgo, se vio hace un año» con los comicios también anticipados del verano de 2024. A su parecer una nueva convocatoria electoral no aportaría más claridad. Por eso, su apuesta es clara por mantenerse en el Gobierno: «¿Queremos hundirnos en el caos?».