Madrid, 15 sep (EFE).- La líder de Podemos, Ione Belarra, ha acusado al Gobierno de Pedro Sánchez de ejercer la «represión» contra el movimiento de solidaridad propalestino durante las protestas de ayer en la etapa final de la Vuelta Ciclista, que fue suspendida, y ha exigido una «amnistía total» para todos los detenidos.
En una entrevista en Canal Red, Belarra ha subrayado que hay que parar los pies a «los genocidas» israelíes y tienen que caer «en el ostracismo internacional y económico».
Este genocidio, que ha causado ya casi 65.000 muertos civiles, «lo va a parar la gente organizada, la gente trabajadora de todo el mundo», ha señalado la líder de Podemos, insistiendo en que es el único camino.
«Llamo a la movilización social, a la presión porque los gobiernos no han hecho nada», ha recalcado, exigiendo que se rompan todas las relaciones con los genocidas.
Para el portavoz de Podemos, Pablo Fernández, España ha dado este domingo una lección de humanidad y dignidad y se ha convertido en un gran ejemplo de lucha y compromiso con la causa palestina para el resto del mundo.
Ha resaltado que la movilización social ha vuelto a hacer lo que debería haber hecho hace tiempo el Gobierno, al que ha acusado de practicar una «hipocresía vomitiva» en su actitud respecto al «genocidio» de Israel sobre Palestina.
Según ha señalado en una rueda de prensa, el Gobierno lleva a cabo una política de «titulares vacíos» contra Israel y en defensa del pueblo palestino y, al mismo tiempo, «inunda» Madrid de policías para reprimir a los manifestantes.
En este sentido, ha considerado «abominable» que los ministros se alegren este lunes del «éxito» de la protesta y ha exigido al Ejecutivo que se deje de «palabrerías» y adopte de una vez por todas medidas drásticas contra Israel, como la ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales y el embargo real de armas.
Fernández ha cuestionado también al PP y Vox, a los que ha acusado de ser colaboracionistas de Israel, y ha criticado especialmente a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, y al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, por situarse en el lado «incorrecto» de la historia.
