Courchevel (Francia), 24 jul (EFE).- El australiano Ben O’Connor (Jayco Alula), subcampeón del mundo en ruta, cerró el tríptico de oro en las tras grandes con un heroico triunfo en solitario en la decimoctava etapa del Tour, la jornada reina de alta montaña disputada entre Vif y Courchevel-Col de la Loze, de 171,5 km, en la que Pogacar, segundo, reforzó el maillot amarillo.

En un ascenso de extrema dureza como el Col de la Loze, donde Pogacar acabó «muerto» en 2020, el «aussie» Ben O’Connor (Subiaco, 29 años), se echó el monte dentro de la escapada del día para volar en solitario en medio de la niebla para conquistar la etapa de su vida a 2.204 metros de altitud, donde alzó los brazos completando triunfos en Giro, Tour y Vuelta.

O’Connor, el mismo corredor que fue segundo en la Vuelta 2024 y 12 días de líder, y plata en el Mundial de Zurich, solo superado por Pogacar, coronó la cima del Col de la Loze a su estilo, en solitario, con tiempo para el deleite. Marcó un tiempo de 5h.03.47, a una media de 33.9 km/hora en la etapa reina del Tour.
El ciclista del Jayco no se dejó alcanzar por Pogacar, que llegó a 1.54 minutos después de soltar en su duelo particular a Vingegaard y endosarle 11 segundo más al danés en su cuenta. Cuarto fue el británico de 22 años Oscar Onley (Picnic PostNL) a 1.58.
Meritoria quinta plaza para Einer Rubio, el colombiano del Movistar que víctima del ritmo de O’Connor. El corredor de Chiquiza trató de suceder a su compatriota «Supermán» López, primer ganador en el Col de la Loze en 2020.
En la general no tuvo efecto el trabajo inicial del Visma para tratar de derribar el poder de Pogacar. A la hora de la verdad, sucedió los mismo que en el Mont Ventoux. Aceleró al final el campeón del mundo para rebañar un puñado de segundos. Pogacar tiene a Vingegaard a 4.26, a Lipowitz, perdedor del día, a 11.01, a Oscar Onley a 11.23 y a Primoz Roglic a 12.49.
Carlos Rodríguez no salió, Enric Mas tira la toalla
La etapa reina del Tour 2025 en los Alpes, con tres colosos de categoría especial y 5.450 metros de desnivel, no pudo tener peor comienzo para el ciclismo español. Carlos Rodriguez (Ineos) no tomó la salida por una fractura de pelvis producida el miércoles cerca de meta, y Enric Mas se bajó de la bicicleta antes de afrontar la Madeleine.Las dos bazas españolas fulminadas.
Hasta Pogacar salió con el susto en el cuerpo. El esloveno, antes de salir, a punto estuvo de chocar con el coche del Visma, el equipo de su gran rival, Jonas Vingegaard. «Querrían probar cómo estaban los frenos de mi bicicleta». Se lo tomó a broma el campeón del mundo.
De miedo era la etapa, de las «más duras de la historia», anticipaba Vingegaard en la salida de Vif. Nada menos que 3 gigantes fuera categoría en el menú. Para empezar el Col del Glandon (21,7 km al 5,1), un aperitivo que destrozó el pelotón, donde atacaba todo el mundo.
Se formó la primera expedición con Roglic, Jorgenson, Aresman, Wellens y Einer Rubio y el francés Lenny Martínez, quien coronó en cabeza, recuperando por momentos el maillot de la montaña que compartía con Pogacar. En el pelotón control del UAE del esloveno, sin permitir demasiadas alegrías a la fuga.
Vingegaard despliega la estrategia Visma en La Madeleine
Visma puso sus cartas encima de la mesa en el segundo ascenso, el Col de la Madeleine (Especiaal, 19,2 km al 7,9), donde Kuss marcó un ritmo que permitió al grupo de Vingegaard y Pogacar enlazar con cabeza de carrera a 6 km de la cima, donde esperaba Jorgenson para mantener la caldera a punto.
El estadounidense hizo su trabajo hasta la misma cima, pero coronó Vingegaard en pugna con Pogacar. A rueda Roglic, Felix Gall, Einer Rubio y O’Connor. Solo cedió Lipowitz, tercero de la general, quien llevaba por delante al jefe de filas, Roglic, el 4 veces ganados de la Vuelta con la duda de buscar la etapa o el puesto de podio de su compañero.
Atravesada la cima se avisaba desde el coche del UAE:»Jorgenson va a bajar a saco». Y así fue, el americano dirigió el descenso, y en el valle, camino de la puerta del Col de la Loza, atacó junto a Rubio y O’Connor. Parecía el «Día D», el momento soñado para derrocar a Pogacar, que resistía sin agobios. De nuevo un emisario de enlace.
Visma baja los brazos, Pogacar en butaca, O’Connor rompe el techo del Tour
En el valle de aproximación a la Loze la tregua del grupo de favoritos facilitó el despegue de O’Connor y Einer Rubio, la incorporación de Lipowitz y el reagrupamiento e torno a Pogacar y Vingegaard, con varios gregarios recuperados, como Simon Yates, Kuss, Soler o Adam Yates. Todo por decidir.
¿Habría asalto a Pogacar?. No. En La Loze, puerto interminable de 26,4 al 6,5 por ciento, los favoritos subieron al ritmo de sus gregarios, cuando los tuvieron, pero las fuerzas fallaron, y sin ellas las tácticas quedan a expensas del patrón, o sea, de Pogacar.
Mientras O’Connor se crecía en medio del pasillo humano hacia la cima, la calma se instaló en el grupo de los ilustres. Visma no movió ficha, Pogacar viajaba en butaca, tranquilo, sin agresiones. Así que se dedicó a dejare llevar. Tan solo un tímido intento de Vingegaard a 2 km de meta, contestado al final por el líder con un arreón de esos que vales un puñado de segundos. Pocos, pero más líder.
Otro «etapón» de alta montaña para salir de los Alpes
Este viernes se disputa la decimonovena etapa, la última de alta montaña con los Alpes como escenario. Jornada corta, de 129,9 km entre Albertville y La Plagne, donde estará instalada la meta tras un ascenso de categoría especial, con 19,1 km al 7,2.
En total 5 subidas, de inicio la Cota d’Hery-sur-Ugine (2a, 11,3 km al 5,1 por ciento), para enlazar con el Col de Saisies (1a, 13,7 al 6,4), Col du Pré (Especial, 12,6 al 7,7) y Cormet de Roselend (2a, 5,9 km al 6,3) antes de la escalada a meta, donde quedará definida la foto final del podio del Tour de Francia 2025.
Carlos de Torres