Nairobi, 21 ago (EFE).- El presidente de Camerún, Paul Biya, de 92 años, enfrentará este viernes una “declaración de inegibilidad” que le impediría presentarse a las elecciones de octubre, si así lo decide el Consejo Constitucional que analizará una solicitud presentada por un candidato opositor.
El Consejo Constitucional, encargado de revisar la constitucionalidad de las leyes y supervisar las elecciones, abrió este jueves la primera de dos audiencias para tratar solicitudes relacionadas con los comicios electorales y mañana decidirá si Biya podrá aspirar a un octavo mandato.
El abogado internacional y candidato opositor Akere Tabeng Muna, expresidente de la Conferencia Internacional Anticorrupción (IACC, por sus siglas en inglés), alegó que Biya es «inelegible» por su avanzada edad, ausencias prolongadas en su cargo por motivos de salud y una supuesta dependencia de terceros.
“Nos estamos perdiendo el problema central que todos reconocen: el presidente Paul Biya, a sus 92 años, se encuentra en un estado visible de dependencia física y cognitiva. La legislación camerunesa lo prohíbe expresamente”, dijo Muna en su cuenta de X.
El artículo 118 del código electoral establece que “no serán elegibles todas aquellas personas que, por sus propias acciones, se hayan colocado en situación de dependencia o connivencia con una persona, organización o potencia extranjera o un Estado extranjero”.
“Las ausencias prolongadas (42 días en el extranjero en 2024), la ausencia de apariciones públicas y el gobierno por poderes demuestran una incapacidad para funcionar de manera autónoma”, agregó el abogado.
Además, aseguró que el país está bajo un “Gobierno en la sombra”, ya que “el poder lo ejercen funcionarios no electos que invocan ‘altas instrucciones’ ilegítimas”.
Las elecciones de este año están atravesadas por restricciones a la competencia electoral, después de que el Consejo ratificara, a principios de este mes, la exclusión de las listas al principal líder opositor, Maurice Kamto.
Biya, tras siete años como primer ministro, llegó a la presidencia en 1982, al sustituir al primer presidente del país, Ahmadou Ahidjo, quien renunció al cargo.
El mandatario aceptó a regañadientes el establecimiento de una democracia multipartita a comienzos de los años noventa. Desde entonces no ha dejado de ganar elecciones, la última en 2018, que dio lugar a su séptimo mandato de siete años, aunque la oposición tildó esas votaciones de fraudulentas.
Los gobiernos de Biya estuvieron marcados por acusaciones de corrupción y represión por parte de la oposición y organizaciones pro derechos humanos.