Bolivia dispone horario continuo, teletrabajo y clases virtuales ante falta de combustible

Imagen de archivo de vehículos esperando por combustible en una estación de servicio en La Paz (Bolivia). EFE/ Luis Gandarillas

La Paz, 12 mar (EFE).- El presidente de Bolivia, Luis Arce, anunció este miércoles diez medidas ante la escasez de combustibles atribuida a la falta de dólares para su importación, que incluyen el horario continuo laboral, el teletrabajo y las clases virtuales, entre otras.

En un mensaje emitido desde la casa de Gobierno en La Paz, rodeado por sus ministros, Arce sostuvo que están “muy conmovidos” y les “duele” la situación que enfrenta el país y valoró que el “pueblo” boliviano “no se deja llevar por fuerzas que quieren aprovecharse” de la coyuntura para generar convulsión.

El gobernante anunció las medidas “dirigidas para mejorar la organización en la sociedad y apoyar también la producción” y la continuidad de la actividad económica.

Entre las disposiciones, mencionó la aplicación del horario continuo de trabajo para el sector público y privado en las nueve capitales regionales y la ciudad de El Alto, la segunda más poblada del país, “habilitando también la opción del teletrabajo para las empresas que lo consideren necesario”.

También autorizó las “clases virtuales” en las ciudades según la evaluación de los servicios departamentales de educación en cada región.

En La Paz, donde están las sedes del Gobierno y el Legislativo, se ampliará el horario de servicios de los teleféricos, que son un medio de transporte alternativo entre esa ciudad y la vecina El Alto.

Otras medidas serán la reducción del uso del parque automotor del sector público en un 50 %, la puesta en marcha de una aplicación móvil para saber en tiempo real qué estaciones de servicio tienen combustibles a la venta y el aumento del 50 al 80 % de la distribución de carburantes en las gasolineras.

También se designarán gasolineras para el abastecimiento específico del transporte público, se dará prioridad a la provisión para el sector productivo y para atender servicios básicos, de salud y emergencias, y se reforzarán los controles de la venta y transporte de carburantes.

Arce descartó que su Gobierno tome medidas como la devaluación o retirar la subvención de los combustibles porque, dijo, esto “no resuelve el problema que hoy enfrenta el país”.

“El problema que enfrenta el país es la falta de liquidez de dólares transitoria (…) Eso no se resuelve con ninguna de las medidas anteriores, ni con ‘corralitos’ (bancarios) ni con apropiación del dinero del pueblo, como también algunos han empezado a especular”, manifestó.

Además, negó que vaya a renunciar a la Presidencia y aseguró que “Bolivia no está quebrada” económicamente, como aseguran sus detractores.

“No es que estamos en una crisis económica, estamos enfrentando un problema de iliquidez de dólares para pagar las importaciones de combustible”, insistió.

Reiteró el pedido que ha venido haciendo su Gobierno en los últimos meses para que el Legislativo apruebe créditos externos por más de 1.600 millones de dólares (unos 1.470 millones de euros) para devolver la liquidez de dólares a la economía boliviana.

El Gobierno de Arce ha acusado varias veces a las fuerzas opositoras y los disidentes del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) leales al expresidente Evo Morales (2006-2019), que está distanciado del Gobierno, de sabotear su gestión al frenar la aprobación de estos préstamos.

La falta de dólares en el país persiste desde 2023, mientras que desde el año pasado ha habido problemas en el abastecimiento de combustibles.

Esta escasez volvió a quedar patente en los últimos días, con largas filas de vehículos que se forman a diario en las gasolineras, lo que ha ocasionado nuevamente protestas y amenazas de movilizaciones de distintos sectores.

La petrolera estatal YPFB recibió recientemente la autorización gubernamental para comprar dólares y activos virtuales para costear la importación de combustibles.