Bolivia prueba su nuevo sistema de transmisión de datos preliminares para las elecciones

Un hombre observa un gráfico durante un simulacro del sistema de resultados preliminares este domingo, en La Paz (Bolivia).EFE/ Gabriel Márquez

La Paz, 27 jul (EFE).- El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia realizó este domingo un simulacro para probar el nuevo sistema de transmisión de resultados preliminares para los comicios generales de agosto próximo, a menos de un mes para la votación.

Operadores electorales participan en un simulacro del sistema de resultados preliminares este domingo, en La Paz (Bolivia). EFE/ Gabriel Márquez

El simulacro del Sistema de Transmisión de Resultados Preliminares (Sirepre) se hizo para «identificar, mejorar y afinar detalles técnicos y logísticos», con el fin de garantizar «una jornada democrática, participativa y confiable el próximo 17 de agosto», dijo la vocal electoral Nelly Arista, al iniciar esta actividad en la tarde.

El jefe de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea, Alexander Gray, habla durante un simulacro del sistema de resultados preliminares este domingo, en La Paz (Bolivia). EFE/ Gabriel Márquez

La prueba se replicó en los nueve Tribunales Electorales Departamentales (TED), con la presencia de las misiones de observación de la Unión Europea (UE) y la Organización de Estados Americanos (OEA) y de representantes de la Red Observa Bolivia, la Fundación Jubileo y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

El TSE precisó en un comunicado de prensa que intervinieron en el simulacro más de 6.000 operadores distribuidos en todo el país, quienes transmitieron datos de actas electorales de más de 27.500 mesas de sufragio hacia los centros de operaciones.

Pasadas más de cuatro horas desde el inicio del evento, la vocal Arista y su colega Nancy Gutiérrez ofrecieron una rueda de prensa junto a otros funcionarios del TSE para evaluar su desarrollo.

Arista manifestó que «se ha probado satisfactoriamente la logística, la conectividad, el soporte técnico y la operatividad territorial del Sirepre» y aclaró que este sistema «es una herramienta complementaria al cómputo oficial», pero que «no lo reemplaza».

La vocal indicó que «no se trata sólo de contar rápido, sino también de contar bien y seguro, y de que cada persona pueda verificar» e insistió en que la función «principal» del sistema es «transparentar el proceso electoral, dar certeza y prevenir los conflictos».

«El simulacro de hoy envía un mensaje claro, estamos preparados, pero seguiremos mejorando hasta el último día, porque el 17 de agosto se ratifica la confianza en la democracia misma», agregó.

El órgano electoral prevé alcanzar una cobertura del 84 % en la transmisión de resultados preliminares.

La puesta en marcha del Sirepre fue acordada en uno de los encuentros convocados en los últimos meses por el TSE con autoridades, políticos, candidatos y representantes de los demás órganos estatales para garantizar la realización de los comicios.

El ente electoral ha afirmado varias veces que este sistema será transparente, tras la experiencia de los fallidos comicios generales de 2019 que derivaron en una crisis social y política.

En esas elecciones, el entonces sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) se paralizó por casi 24 horas, tras las cuales hubo un cambio de tendencia a favor del expresidente Evo Morales (2006-2019), que aspiraba a un cuarto mandato.

Esto desató protestas ciudadanas que terminaron en la renuncia de Morales el 10 de noviembre de 2019, después de que la OEA confirmase que hubo irregularidades en los comicios.

El oficialismo asegura que Morales fue víctima de un golpe de Estado, pero sus detractores sostienen que hubo un fraude para favorecerlo en esas elecciones que luego fueron anuladas.

Para los comicios de agosto están llamados a votar más de 7,9 millones de bolivianos, quienes elegirán al presidente, vicepresidente y a los parlamentarios de la Asamblea Legislativa nacional para el próximo quinquenio.

La etapa preelectoral ha estado marcada por las tensiones y protestas de los sectores afines a Morales, quien insiste en ser candidato pese a una disposición constitucional que le impide volver a postular porque ya gobernó el país en tres ocasiones.

Morales se quedó sin partido en medio de su disputa con el Gobierno de Luis Arce por el control del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) y por la candidatura oficialista.