Bolivia recibe el Año Nuevo Andino 5533 con pedidos de unidad y paz

Autoridades aimaras participan en la celebración del Año Nuevo Andino 5533 o en aimara 'Willka Kuti' este sábado, en Tiahuanaco (Bolivia). EFE/ Luis Gandarillas

Tiahuanaco (Bolivia), 21 jun (EFE).- Bolivia recibió este sábado el Año Nuevo Andino 5533 con rituales ancestrales, bailes autóctonos y pedidos de unidad y paz a la Pachamama o Madre Tierra, debido a los recientes conflictos sociales y políticos que dejaron muertos y una sensación de incertidumbre en el país.

Una mujer aimara participa en la celebración del Año Nuevo Andino 5533 o 'Willka Kuti' en aimara este sábado, en Tiahuanaco (Bolivia). EFE/ Luis Gandarillas

El ritual principal se realizó en la ciudadela prehispánica de Tihuanaco, cercana al Lago Titicaca y a 80 kilómetros de la ciudad de La Paz, y estuvo encabezada por el presidente Luis Arce, el vicepresidente David Choquehuenca, autoridades municipales e indígenas del lugar.

El presidente boliviano, Luis Arce (c), asiste a la celebración del Año Nuevo Andino 5533 o 'Willka Kuti' en aimara este sábado, en Tiahuanaco (Bolivia). EFE/ Luis Gandarillas

Antes del amanecer, los amautas o sabios andinos prepararon una mesa hecha de leña sobre la que pusieron cuatro ofrendas que contenían los ‘sullus’ o fetos de llama, lanas y figuras de colores que simbolizan la prosperidad, dinero o salud. Todos los elementos reciben alcohol o vino para finalmente prender fuego a toda la mesa.

La fiesta del retorno del sol, llamado ‘Willka Kuti’ en aimara o ‘Inti Raymi’ en quechua, se caracteriza porque los asistentes esperan con las manos abiertas y de frente los primeros rayos del sol para recibir energías renovadas.

Cuando asomaron los primeros rayos del sol, a más de 3.800 metros sobre el nivel del mar y a 0 grados centígrados, cientos de personas levantaron sus brazos y recibieron así el año 5533.

“Que todo el país en este año del Bicentenario estemos unidos y en paz, que este año sea de bienestar y prosperidad para el pueblo”, dijo el presidente Arce en su discurso, al terminar la ceremonia ancestral.

El mandatario dijo que pidió además a la Pachamama “mejores días para el país”.

Bolivia sufrió hace algunos días enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y seguidores del expresidente Evo Morales (2006-2019) en medio de bloqueos que éstos realizaron para forzar la candidatura de su líder para las próximas elecciones generales.

Además, el país afronta desde 2023 la escasez de dólares y desde el año pasado el desabastecimiento de combustible que en los últimos meses se tradujo en filas kilométricas de vehículos en estaciones de servicio, lo que marca una situación de crisis en Bolivia.

Antes y después del discurso de Arce, los visitantes bailaron tomados de los brazos y en círculos al son de la música autóctona de los grupos invitados.

Hubo similares ceremonias en otros puntos del país con la participación de otras autoridades en distintas ‘apachetas’, lugares sagrados para las culturas indígenas.

Tiahuanaco, que es Patrimonio de la Humanidad desde 2000, ha sido en las últimas décadas el centro de las celebraciones del Año Nuevo Andino.

El sitio fue la capital del antiguo imperio prehispánico del mismo nombre y en la actualidad quedan allí imponentes monumentos líticos como el templo de Kalasasaya, el Templete Semisubterráneo, esculturas de sus jerarcas, la Puerta del Sol y restos de palacios militares y civiles.

La festividad del ‘Willka Kuti’ marca también el inicio de un nuevo ciclo agrícola para la siembra en el campo, coincide con el solsticio de invierno austral, cuando en el Hemisferio Sur tienen lugar el día más corto y la noche más larga.

El nombre de la fiesta ha evolucionado con criterios de inclusión, ya que comenzó a celebrarse hace pocas décadas en Tiahuanaco como Año Nuevo Aimara, luego se llamó Año Nuevo Aimara-Quechua y después Año Nuevo Andino Amazónico y Chaqueño.

El 21 de junio fue declarado festivo mediante un decreto que se aprobó en 2009, en el Gobierno del entonces presidente Evo Morales (2006-2019).

Daniela Romero