Brasil bota al mar la segunda fragata construida en el país y proyecta exportarlas

Fotografía del 28 de julio de 2025 del vicepresidente de Brasil, Geraldo Alckmin. EFE/Andre Borges

Río de Janeiro, 8 ago (EFE).- La Marina de Guerra de Brasil botó este viernes al mar la segunda de cuatro modernas fragatas que construye en el país en una sociedad con el grupo alemán Thyssenkrupp Marine Systems y ya proyecta exportarlas.

Su posible exportación fue anunciada por el vicepresidente de Brasil, Geraldo Alckmin, que encabezó la ceremonia en que la fragata ‘Jerônimo de Albuquerque», la segunda del Programa Fragatas Classe Tamandaré, fue bautizada y botada en el sureño puerto de Itajaí.

«Navíos construidos en territorio nacional posicionan a Brasil como abastecedor de soluciones integradas en construcción, capacitación y soporte tecnológico, y abren las vías a nuevas asociaciones y a una pauta exportadora de mayor valor agregado», aseguró Alckmin, que también es ministro de Desarrollo, Industria y Comercio.

En el mismo sentido se pronunció el ministro de Defensa, José Mucio, para quien la construcción de fragatas no solo impulsa la defensa nacional como abre caminos para reforzar la balanza comercial brasileña con la venta de embarcaciones «a naciones amigas».

El ministro recordó que la industria de la defensa se ha convertido en un importante sector de exportación para Brasil y citó el caso de los aviones militares que Embraer vende a numerosos países.

«En julio alcanzamos un nuevo récord de exportaciones de productos de defensa, con 2.000 millones de dólares exportados en el acumulado del año», aseguró.

La ‘Jerônimo de Albuquerque’ (F201), con 107,2 metros de eslora y 5,2 metros de calado, es la segunda embarcación concluida del Programa de Fragatas Classe Tamandaré. La primera, la ‘Tamandaré’ (F200), fue botada al mar en agosto del año pasado.

El Ministerio de Defensa destacó en un comunicado que es la primera vez que Brasil construye tres fragatas al mismo tiempo con contenido local.

El proyecto para construir las cuatro fragatas se lo adjudicó el consorcio Aguas Azules, formado por las empresas Thyssenkrupp Marine Systems, Embraer y Atech, y prevé una inversión de 1.900 millones de dólares.

El consorcio vencedor de la licitación se comprometió a construir las embarcaciones a partir de adaptaciones de las corbetas alemanas de tipo Meko A100, que ya son operadas por 15 países, entre los cuales están Australia, Argentina y Portugal.

Igualmente se comprometió a montarlas en el país con elevado porcentaje de contenido nacional, para lo que montó un astillero en el puerto de Itajaí, en el sureño estado de Santa Catarina.

Los cuatro navíos son de la clase Tamandaré, que la Marina concibió inicialmente como corbetas escolta pero que, ante las modificaciones negociadas con los constructoras para atender las necesidades de Brasil, fueron convertidas en fragatas.