São Paulo, 4 jun (EFE).- El Gobierno y la industria de Brasil defendieron este miércoles redoblar la apuesta por el diálogo con Estados Unidos para intentar revertir la subida del 25 % al 50 % de los aranceles impuestos a las importaciones de acero y aluminio.
El vicepresidente y ministro de Industria y Comercio de Brasil, Geraldo Alckmin, lamentó el alza decretada por la administración de Donald Trump y al mismo tiempo enfatizó que «el camino es incentivar aún más el diálogo».
«Vamos a profundizar ese diálogo. Brasil no es un problema (comercial) para EE.UU.», señaló Alckmin en una visita a un parque solar en el estado brasileño de Minas Gerais.
El Gobierno de Estados Unidos duplicó desde este miércoles el arancel a la importación de acero y el aluminio del 25 % al 50 %, aunque eximió a Reino Unido de este aumento, en virtud del acuerdo comercial al que llegó con ese país el mes pasado.
El vicepresidente brasileño advirtió que el aumento «es malo no solo para Brasil, sino también para todo el mundo, porque va a encarecer los productos» relacionados con el sector siderúrgico.
En la misma línea, el jefe de la Confederación Nacional de la Industria de Brasil (CNI), Ricardo Alban, consideró la nueva medida un «retroceso en las relaciones comerciales entre ambos países», aunque defendió una vez más seguir por la senda del diálogo.
«Es el mejor camino para revertir medidas desproporcionadas como esa y restablecer el ambiente de confianza y cooperación mutua para evitar que las cadenas productivas de ambos países sean todavía más perjudicadas», manifestó en una nota.
Brasil, la economía más grande de América Latina, ha sido uno de los países afectados por los aranceles de Trump, al ser uno de los mayores exportadores de acero hacia EE.UU., junto con Canadá y México.
En 2024, el 60 % de las exportaciones brasileñas de acero y cerca del 17 % de las de aluminio tuvieron como destino el mercado estadounidense, según los datos de las patronales de ambos ramos.
Ya en el primer trimestre de este año, EE.UU. compró el 75 % del acero brasileño exportado, según los cálculos de la CNI.
En paralelo, el Gobierno brasileño mantiene abierta una mesa de negociación con la administración estadounidense, en la que ha defendido el equilibrio en la balanza comercial bilateral.
Además del arancel del 50 % a los productos siderúrgicos, EE.UU. mantiene en vigor un impuesto del 25 % sobre los automóviles y determinadas piezas de coches importados, junto a un arancel de base del 10 % aplicable a todos sus socios comerciales, mientras avanza negociaciones con algunos de ellos, como en el caso de China.