Naciones Unidas, 23 sep (EFE).- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó este martes en la ONU que Brasil invertirá 1.000 millones de dólares (unos 846 millones de euros) en el Fondo Bosques Tropicales para Siempre (TFFF, por sus sigla en inglés), un nuevo instrumento para remunerar a los países que preservan sus selvas.
Lula invitó a las demás naciones presentes en el evento, celebrado en los márgenes de la Asamblea General de la ONU, a presentar contribuciones «igualmente ambiciosas» para que el fondo empiece a operar en la COP30, la cumbre climática que se realizará en noviembre en la ciudad brasileña de Belém.
El mandatario dijo que Brasil, principal impulsor del fondo, quería dar un «ejemplo» al convertirse en el primer país en anunciar un compromiso.
«El TFFF no es caridad; es una inversión de la humanidad contra la amenaza de devastación por el caos climático», apuntó.
Ajay Banga, presidente del Banco Mundial, institución que ha ayudado a diseñar el modelo financiero, dijo que el instrumento ofrece una «manera práctica de vincular financiación a resultados mensurables».
El fondo pretende movilizar hasta 125.000 millones de dólares de gobiernos e inversores privados, que serán reinvertidos en bonos soberanos o títulos de grandes empresas.
Las autoridades brasileñas estiman que esto generará un retorno de 4.000 millones de dólares anuales para repartir entre más de setenta naciones tropicales, desde Colombia a Indonesia, a cambio de preservar sus bosques.
Con la ayuda de sistemas de monitoreo satelital, se evaluará el desempeño de cada país en función de su índice de deforestación anual, que no podrá elevarse por encima del nivel registrado en el momento en el que el país entró al mecanismo.
La previsión es remunerar con hasta cuatro dólares cada hectárea preservada y penalizar la deforestación con descuentos en los pagos.