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Brasil responde a EE.UU. que proteger la libertad de expresión es «defender la democracia»

Fotografía general del juicio por intento de golpe de Estado del expresidente de Brasil Jair Bolsonaro este martes, en el Supremo Tribunal Federal en Brasilia (Brasil). EFE/ Andre Borges

São Paulo, 9 sep (EFE).- El Gobierno de Brasil afirmó este martes que, para «proteger» la libertad de expresión, el primer paso es «defender la democracia y respetar la voluntad popular de las urnas», en referencia implícita a las declaraciones de la portavoz del Ejecutivo estadounidense, Karoline Leavitt.

Consultada sobre una respuesta de EE.UU. a una posible condena del expresidente Jair Bolsonaro, Leavitt aclaró que la libertad de expresión es «sin dudas» lo más importante de estos tiempos y que el presidente, Donald Trump, «no teme usar el poder económico y militar de Estados Unidos» para protegerla.

La declaración fue realizada durante una rueda de prensa en Washington luego de que Leavitt fuera consultada sobre una eventual condena contra el ex jefe de Estado brasileño.

Esto último, en alusión al arancel del 50 % impuesto por Estados Unidos a gran parte de las importaciones brasileñas, como respuesta a una supuesta persecución judicial y política que estaría sufriendo Bolsonaro, según el republicano.

Asimismo, el Gobierno brasileño reiteró que los poderes de la República «no se intimidarán ante cualquier forma de atentado» a la soberanía y repudió «el intento de fuerzas antidemocráticas de instrumentalizar a gobiernos extranjeros para coaccionar las instituciones nacionales».

El fantasma de una nueva represalia del Gobierno de Estados Unidos a Brasil aumentó esta última semana, en la que comenzó la fase final del juicio por golpismo que enfrenta el líder de la ultraderecha y siete de sus antiguos colaboradores.

Este martes, Bolsonaro y algunos de sus exministros y mandos militares quedaron más cerca de ser condenados por orquestar un intento de golpe de Estado para impedir que el actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva, asuma el cargo, tras el voto a favor de dos de los cinco jueces de la Primera Sala de la Corte Suprema.

El relator del caso, Alexandre de Moraes, que por este motivo ya ha sido objeto de diversas sanciones por parte de EE. UU., solicitó en sus conclusiones la condena de todos ellos porque «no hay ninguna duda» de que conspiraron para anular el triunfo electoral de Lula en 2022 e imponer «una dictadura».

Las sesiones del Supremo se reanudarán este miércoles con el voto de los tres jueces restantes y solo después se fijará la pena que definirá el futuro de Bolsonaro, actualmente en prisión domiciliaria.