Buenos Aires, 10 may (EFE).– Bruno Stagnaro, director de la serie argentina ‘El Eternauta’, que encabeza las listas de Netflix en decenas de países y mantiene intacta la idea de la novela gráfica homónima de un “héroe colectivo”, expresó en una entrevista con EFE que siempre estará “contra el individualismo” y reveló que ya está trabajando en la segunda temporada.
“La idea del héroe colectivo es algo que está impregnado en ‘El Eternauta’ desde siempre y en definitiva siento que es una idea universal y que trasciende una época específica”, dijo a EFE Stagnaro.
“Y creo que es una buena idea, yo siempre voy a estar del lado de enfrente del individualismo”, agregó”.
La icónica novela gráfica argentina ‘El Eternauta’, creada por Héctor Germán Oesterheld en 1957 e ilustrada por Francisco Solano López, marcó un hito en la ciencia ficción en español y fue traducida en seis idiomas.
Su primera adaptación audiovisual, estrenada la semana pasada en Netflix, se convirtió en otro éxito internacional, y Stagnaro reveló que ya están trabajando en una segunda temporada, que, según adelantó, tendrá dos partes.
La historia narra una capital argentina azotada por una nevada tóxica que aniquila a gran parte de la población, tras lo cual los sobrevivientes descubren que enfrentan una invasión extraterrestre y solo podrán mantenerse vivos si luchan juntos.
La realización de la serie, describe su director, llevó en total siete años e implicó más de 150 días de rodaje, tecnología de escaneo 3D y producción virtual para recrear los escenarios apocalípticos.
“Lo que más me llamó la atención es que a los dos días del estreno empecé a ver análisis de la serie de países de culturas completamente diversas que intentaban explicar los aspectos más complejos de la trama, los que tienen que ver con Argentina”, reconoció el cineasta, que explicó la lógica detrás de la inclusión de decenas de referencias a la cultura de su país.
“En lugar de intentar lograr una universalidad en el relato a partir de esconder los vestigios de nuestra cultura, irradiarlos. Tratar de arribar a esa universalidad proyectando la localidad”, comentó, y subrayó además que siempre le pareció interesante “la idea de construir una mitología heroica argentina”.
Desafíos de la adaptación

Consultado sobre el trabajo de adaptación al formato audiovisual de una mítica novela gráfica escrita hace casi 70 años, Stagnaro reconoció que enfrentó numerosos desafíos.
Uno de ellos fue el género, ya que se trató de su primera experiencia en la ciencia ficción.
Tal vez la decisión más importante que tomó fue la de traer la historia al tiempo presente: “Sentí que era lo lógico para que la obra siguiera generando el efecto que generó en su momento”.
Otra determinación clave fue que Ricardo Darín, de 68 años, interpretara a Juan Salvo, el protagonista de la historia y que en la versión original es un hombre joven.
“Me parecía que nos estábamos metiendo en un quilombo (lío) con un protagonista que estuviera cerca de los 60 años, por la destreza física que necesitaba”, confesó el director, que sin embargo cambió de opinión cuando se dio cuenta de que la edad del actor correspondía a la de un excombatiente de la guerra de Malvinas (1982).
“Fue una solución para la cercanía que necesitaban los personajes con el mundo de las armas y también pensé que esa herida que tenemos como sociedad podía otorgarle una segunda lectura al personaje”, precisó.
Stagnaro vinculó también la edad del protagonista con una de las frases más icónicas de la serie, “lo viejo funciona”, algo que en la serie se manifiesta a través de coches y dispositivos electrónicos antiguos, los únicos que funcionan tras la apocalíptica nevada tóxica.
“Lo viejo funciona también a escala humana, y es una respuesta a una cultura que tiende a descartarlo”, enfatizó.
El cineasta reconoció que le hubiera dolido que la serie fuera cuestionada por los aficionados de la historieta, y que se amparó en su afecto hacia la obra -que leyó “un montón de veces en modo fanático”- para hacerle los cambios que consideró necesarios para serle fiel.
Stagnaro no tiene forma de saber si a Oesterheld -secuestrado y desaparecido por la dictadura militar argentina en 1977 junto a sus cuatro hijas- le hubiera gustado su adaptación. Pero a su nieto Martín Oesterheld -uno de los pocos sobrevivientes de la familia y consultor creativo de la serie- le gustó y ya con eso, dijo, le alcanza.
Laura Guarinoni y Florencia Pessarini