Bruselas, 25 sep (EFE).- La Comisión Europea reconoció este jueves que una «laguna legal» impide por el momento exigir a Gibraltar el respeto de la legislación comunitaria sobre medioambiente y llamó a esperar al próximo Tratado entre la UE y la colonia británica para poder corregir las violaciones en ese ámbito, denunciadas hoy por Verdemar/Ecologistas en Acción en la Comisión de Peticiones de la Eurocámara.
«El acuerdo de retirada firmado entre el Reino Unido y la Unión Europea y el acuerdo de cooperación y comercio (…) no imponen la legislación medioambiental sobre Gibraltar por el momento. Una vez que esté en vigor el acuerdo futuro, Gibraltar tendrá que respetar los niveles de protección medioambiental y climática de la UE», indicó una representante del Ejecutivo comunitario en la Comisión de Peticiones.
Añadió que «los equipos negociadores están terminando el texto definitivo del futuro acuerdo y preparando los procedimientos internos para su firma y ratificación».
La Comisión Europea «se va a centrar en la aplicación de ese futuro acuerdo Reino Unido-Unión Europea en lo que se refiere a Gibraltar una vez que ese acuerdo esté en vigor. Haremos un seguimiento muy estrecho de esas alegaciones de vulneración a las que hacía referencia el peticionario», añadió la responsable de la Comisión.
Mientras tanto, recordó que Gibraltar «tiene que respetar la normativa internacional derivada de las declaraciones y convenios climáticos internacionales que el Reino Unido ya ha ratificado».
La explicación la dio una representante de la Comisión Europea después de que el presidente de Verdemar/Ecologistas en Acción, Antonio Muñoz Secilla, denunciara este jueves los «graves delitosmedioambientales» que se cometen en Gibraltar desde hace años y que «quedan impunes mientras afectan directamente a todos los ciudadanos europeos».
Durante su intervención, el representante de Verdemar, reclamó que las partes asuman su responsabilidad y garanticen mecanismos efectivos y vinculantes para proteger las aguas del Estrecho, declaradas Lugar de Interés Comunitario en la Red Natura 2000.
«Seguiremos insistiendo. No permitan pasar la oportunidad que ofrece la firma del tratado», dijo Muñoz, que añadió que Europa «debe garantizar un marco legal que persiga el terrorismo medioambiental que se comete en el Estrecho de Gibraltar».
«Solo ustedes pueden poner fin a esta barbarie. Les pedimos que actúen con la valentía y la responsabilidad que la situación exige», señaló.
Entre las denuncias planteadas por Verdemar se incluyó el vertido de aguas residuales sin depuración, más de mil millones de litros de aguas fecales directamente al mar al carecer de planta de tratamiento.
El presidente de Verdemar habló también de los rellenos con tierras contaminadas, con materiales procedentes de demoliciones que contienen amianto y otras sustancias nocivas y de las prácticas de bunkering o suministro de combustible a los barcos y fondeos ilegales, que provocan accidentes, hundimientos y vertidos de fuel altamente contaminantes, con un impacto que alcanza las costas de la región y afecta directamente a la biodiversidad marina del Estrecho de Gibraltar.
«Este Tratado debe poner fin a la impunidad, poner los medios oportunos para que no se siga atentando contra el ecosistema, y, en su caso, establecer sanciones claras ante cada delito medioambiental», concluyó el peticionario.