Bruselas, 10 jul (EFE).- La Comisión Europea publicó este jueves el código de conducta para los desarrolladores de modelos de inteligencia artificial generativa, un documento voluntario que pide a sus signatarios evaluar los riegos que puedan causar por promover contenido dañino o discriminatorio y respetar los derechos de propiedad intelectual.
El código aclara los requisitos que deberán seguir modelos como ChatGPT o Gemini para cumplir con la ley de inteligencia artificial de la Unión Europea, una norma pionera en el mundo que permite o prohíbe la comercialización de la tecnología en función del riesgo que causen a las personas.
Su publicación coincide con las recientes críticas a X por haber eliminado los filtros de moderación de contenido, hasta el punto de que Grok -la inteligencia artificial incluida en la red social- ha publicado textos con elogios a Adolf Hitler que la empresa se ha visto obligada a eliminar.
El último borrador que la Comisión presentó a principios de año recibió las críticas de los eurodiputados que redactaron la ley de inteligencia artificial, de numerosos expertos y de poseedores de derechos de propiedad intelectual, porque consideraban que el documento no obligaba a los desarrolladores de estos modelos a evaluar los riesgos que podían causar a los derechos fundamentales.
El documento presentado hoy pide a los creadores de modelos de inteligencia artificial generativa considerados de alto riesgo por su elevada potencia de cálculo que evalúen el riesgo que puedan causar a los derechos fundamentales y a examinar si existen otros peligros, como la posibilidad de que los humanos pierdan el control o haya accidentes químicos, biológicos y nucleares.
También les impide entrenar sus modelos de inteligencia artificial con contenido de páginas web que no respeten los derechos de propiedad intelectual y a poner en práctica mecanismos para que los poseedores de copyright puedan presentar alegaciones.
La adhesión al código es voluntaria y empresas como Meta ya han dicho que no van a firmarlo, pero Bruselas espera que las compañías lo acaben haciendo porque especifica los requisitos que se tendrán que seguir para cumplir las obligaciones que la ley de inteligencia artificial fija para los modelos de inteligencia artificial generativa.
Unas obligaciones que entrarán en vigor el próximo 2 de agosto, pero cuyo cumplimiento no será efectivo hasta un año después. Y Bruselas, que ya ha retrasado la publicación del código de conducta, no descarta posponer aún más el cumplimiento de la norma.
«Invito a todos los proveedores de modelos de inteligencia artificial generativa a adherirse al código. Hacerlo les garantizará una vía clara y colaborativa para cumplir con la ley de inteligencia artificial», dijo la vicepresidenta de la Comisión Europea de Soberanía Tecnológica, Henna Virkkunen.
La Comisión y los países de la UE están ahora analizando el código y podrían introducir cambios antes del 2 de agosto de 2025.
Brando Benifei, uno de los eurodiputados que redactaron la ley de inteligencia artificial, señaló a EFE que se han logrado «avances importantes en materia de derechos fundamentales y derechos de autor», mientras que los desarrolladores «obtuvieron importantes concesiones».
«La credibilidad del marco europeo de IA depende ahora de la capacidad de la Oficina de Inteligencia Artificial para llevar estos compromisos a la práctica con una supervisión rigurosa, consecuencias reales en caso de incumplimiento y un diálogo continuo con la sociedad civil», añadió.
Laura Lázaro Cabrera, investigadora del Centro para la Democracia y la Tecnología señaló, en declaraciones a EFE, que el código de conducta supone «un avance positivo para obligar a los proveedores del sector a considerar los riesgos para los derechos fundamentales y la sociedad en un nivel alto», aunque «no llega a exigir su evaluación exhaustiva y mitigación en todos los casos».
Mientras que CCIA Europea, asociación que agrupa a varias de las grandes empresas tecnológicas, señaló que el código de conducta «sigue imponiendo una carga desproporcionada a los proveedores de inteligencia artificial».