Bruselas recuerda que cualquier condición gubernamental a una fusión debe ser justificada
Bruselas, 24 jun (EFECOM).- La Comisión Europea recordó este martes que cualquier condición impuesta por un Gobierno para aprobar una transacción debería ser «excepcional, proporcionada y justificada por razones de interés público válidas», aunque rehusó pronunciarse en concreto sobre la decisión del Ejecutivo español respecto a la opa del BBVA por el Sabadell. Un portavoz del Ejecutivo comunitario indicó a EFE que la institución «toma nota de la decisión del Gobierno español», pero recordó que no hace comentarios sobre casos individuales. El Consejo de Ministros aprobó este martes la operación de concentración entre el BBVA y el Sabadell con la condición de que, durante tres años, ambas entidades mantengan personalidad jurídica y patrimonio separados, y autonomía en la gestión de la actividad, un periodo que puede ampliarse a cinco. «Recordamos que cualquier condición impuesta por un Gobierno para aprobar una transacción debería ser excepcional, proporcionada y justificada por razones de interés público válidas», dijo el portavoz del Ejecutivo comunitario. Y añadió que, «si es necesario, la Comisión utilizará sus poderes como guardiana de los Tratados (de la UE) para eliminar cualquier restricción injustificada al mercado único impuesta por los Estados miembros». «Un sector bancario fuerte en la Unión Europea (UE) y un mercado único que funcione bien proporcionan crecimiento y beneficios a ciudadanos y empresas y les protegen a largo plazo. Bancos más grandes pueden invertir en digitalización, ofrecer mejores servicios, incluyendo condiciones de empréstito a mejor precio, a hogares y ciudadanos», indicó la institución. La comisaria europea de Servicios Financieros, Maria Luís Albuquerque, recordó ayer que, según las normas europeas, sólo el Banco Central Europeo (BCE) y las autoridades de Competencia tienen potestad para pronunciarse sobre posibles fusiones bancarias, aunque rehusó también hacer comentarios sobre la operación española en vísperas de la decisión del Consejo de Ministros. La adquisición del Sabadell por parte de BBVA, propuesta hace más de un año, recibió en 2024 el visto bueno del BCE y, en abril pasado, el de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que la aprobó con condiciones para evitar riesgos detectados durante su evaluación, como el potencial empeoramiento de las condiciones comerciales para particulares, empresas y acceso a cajeros, exclusión financiera en algunos municipios y zonas rurales; así como reducción del crédito a pymes en determinadas áreas. Después de que el Gobierno decidiese en mayo elevarla al Consejo de Ministros, la Comisión Europea indicó que no apreciaba razones para que el Ejecutivo español bloquease o rechazase la opa y señaló que está estudiando si las medidas del Gobierno son compatibles con el derecho de la UE. Bruselas siempre ha defendido que las fusiones bancarias, en particular las transfronterizas, son del interés de la UE puesto que le ayudan a competir con terceros países.