Buenos Aires, 31 ago (EFE) – La ciudad de Buenos Aires vibra al compás del tango con la edición 2025 del Tango BA Festival y Mundial, el festival tanguero más grande del mundo, que reúne a 2.000 artistas de más de 50 países en 50 sedes y tiene como atractivo principal el Campeonato Mundial de Baile de Tango.
Desde el 20 de agosto y hasta el 2 de septiembre, la capital argentina es un escenario global del 2×4, con conciertos, exhibiciones, clases de danza y milongas. La competencia internacional que desde 2003 reúne a los mejores bailarines del mundo este año llegó a su récord de inscritos: más de 1.200 parejas.
Las parejas compiten en dos categorías: tango escenario y tango de pista. Mientras que en el de escenario los bailarines ejecutan coreografías libres con figuras acrobáticas y mayor distancia entre los cuerpos, el tango de pista se caracteriza por un abrazo cerrado, sin interrupciones, y se baila en rondas con otras parejas, respetando la esencia del tango popular.
El ambiente del campeonato combina la elegancia de los participantes con la expectativa del público. Mujeres con labios rojos y rodetes perfectamente armados, vestidos de noche en la mano y hombres de gomina y trajes impecables inundan de color a la postal clásica de la competencia.
Las gradas suelen colmarse con espectadores de todas las edades, incluidos muchos turistas, deseosos de vivir de cerca la experiencia de un tango auténtico en Buenos Aires, capital mundial del género.
En la categoría pista, cuyas seminifales se celebraron este viernes en la Usina del Arte -centro cultural y sala de espectáculos del barrio porteño de La Boca-, las parejas desplegaron su destreza frente a un jurado de especialistas. Cada ronda reúne a diez parejas, en su mayoría argentinas aunque también hay llegadas de países como Polonia, Rusia, Turquía, México o Japón.
De las 1.200 parejas inscritas, 70 lograron acceder a la gran final, que se disputará entre lunes y martes en el emblemático teatro Gran Rex de la capital argentina.
Las primeras 50 se medirán el lunes en la final de tango pista y el martes será el turno de las 20 restantes, en la gran final de tango escenario, que dará por concluida una nueva edición del Mundial.
Una forma de vida
Laura Florencia Guardia y Alexis Velásquez son del sur de Argentina y llevan ocho meses entrenando para esta edición. Aunque ambos han participado en campeonatos anteriores, esta es la primera vez que lo hacen juntos. «Nos preparamos con muchas clases, ensayo y mucho apoyo de nuestra gente», comentó a EFE Laura.
Para ellos, el tango es mucho más que una danza. «Es mi vida. Es la pasión que siento por la danza. Es mi filosofía de vida», aseguró Laura, en tanto que Alexis expresó: «El tango es la vida misma. Si no te gusta el tango, te falta tiempo».
Sandra Martínez y Miguel García, de Tijuana (México), coincidieron en que el tango es «una forma de vida». «Estar en Buenos Aires es una forma de actualizarse y conectar con la cultura del tango», consideró Miguel, mientras Sandra explicaba que su misión es motivar a que la comunidad tanguera en Tijuana crezca.
Mientras tanto, en los pasillos debajo del escenario, decenas de bailarines se preparaban para salir a escena. Algunos se maquillaban, otros ensayaban los últimos pasos. Un bailarín planchaba su traje con una plancha de vapor portátil, otro acomodaba la falda de su compañera y una joven aplicaba cera en las cejas de su pareja.
Baile intergeneracional
Con 78 y 79 años, Ana Luisa Difrancisco y Alfredo Ricardo conforman una de las parejas senior que disputarán la final del Mundial. Son de la provincia de Buenos Aires, llevan 54 años casados y 40 bailando tango.
«Ver a los jóvenes bailar es maravilloso», dijo Ana, que definió al tango como «un abrazo».
«El tango es un acto de amor de tres minutos», añadió Alfredo, orgulloso de haber inculcado junto a su esposa el amor por este baile a sus cuatro hijas.
Laura Guarinoni