San Salvador, 1 jun (EFE).- El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, defendió la noche de este domingo la aprobación de una Ley de Agentes Extranjeros que impone un impuesto de 30 % a las donaciones internacionales a organizaciones no gubernamentales, comparada con legislaciones similares usadas por países como Nicaragua para cerrar organizaciones.
“Hace unos días esta Asamblea Legislativa aprobó la Ley de Agentes Extranjeros: es una ley para proteger la cooperación internacional”, sostuvo Bukele en su discurso de primer año de su segundo mandato consecutivo, prohibido por la Constitución.
El mandatario señaló, durante una sesión plenaria de la Asamblea Legislativa en el Teatro Nacional en San Salvador, que esta ley es “para asegurarnos que esos fondos que vienen del extranjero y que dicen ser para proyectos sociales sean realmente para eso para ayudar a la gente”.
“La mayoría de países desarrollados prohíbe la injerencia extranjera. Nosotros permitimos la injerencia extranjera. Solo les pedimos que paguen impuestos igual que todos”, apuntó Bukele ante diputados del Congreso, representantes del cuerpo diplomático en El Salvador y de diversas instituciones.
Según Bukele, “toda la cooperación que venga proyectos sociales de países amigos o de organizaciones estará libre de impuestos. Pero hay organizaciones extranjeras que dicen venir a ayudar y realmente vienen a hacer política, a mover millones para campañas políticas, a operar en la oscuridad, sin reglas, sin límites, sin pagar nada”.
Bukele, quien acusó a organizaciones locales e internacionales y a medios de comunicación de tener una agenda para “atacar” a su Gobierno, dijo que “las fuerzas externas que ejercen su poder encubierto sobre países como El Salvador no están interesadas en el bienestar de nuestros pueblos”.
“Su objetivo es generar inestabilidad porque la inestabilidad mantiene a nuestras naciones dependientes de ellos. Los países del tercer mundo están destinados a seguir siendo del tercer mundo, no están destinados a mejorar”, añadió.
Decenas de organizaciones han rechazado la Ley de Agentes Extranjeros y apuntan que la normativa es parte de una “escalada autoritaria” de Bukele.
“Estos hechos forman parte de la escalada de violencia que ha generado un peligroso escenario de criminalización y censura de la defensa de derechos humanos por parte del Estado salvadoreño”, dijo Verónica Reyna, del Servicio Social Pasionista (SSPAS), en una conferencia de prensa recientemente.
A juicio de la activista, esta ley aprobada por el partido oficialista Nuevas Ideas (NI), que controla el Congreso, es una forma de “castigar a las organizaciones” que denuncian violaciones y falta de transparencia y “premia” a las que realizan el trabajo de atención que le corresponde al Estado.