Madrid, 20 jun (EFE).- La Policía Nacional ha asestado un importante golpe policial a una de las mayores redes de tráfico de cocaína a través del río Guadiana que operaba contratada y a las órdenes del conocido como Teddy el Rubio, fugado en Dubai y considerado por los agentes antidroga como uno de los traficantes más activos y relevantes de la zona de Huelva.
De hecho, lograr su detención -se ha cursado ya orden de búsqueda y captura- es un objetivo prioritario y de alto valor policial, ya que este individuo fue condenado en 2017 como responsable de introducir 2.500 kilos de hachís, está vinculado con el alijo en Huelva de otros 1.600 kilos de cocaína en 2021 y los agentes sospechan que su nombre también está detrás de la incautación de 110 fardos a principios de este año.
Responsables policiales de la UDYCO Central, UDEF y Greco Huelva han dado cuenta este viernes de esta operación dirigida por la Audiencia Nacional y la Fiscalía Antidroga y que se ha saldado con 18 detenidos, 27 registros en Málaga, Marbella, Huelva, Sevilla, Cádiz y Asturias, en los que los agentes se incautaron de sofisticados sistemas para evitar ser detectados por los agentes.
Entre los 18 detenidos responsables de los delitos de pertenencia a organización criminal, contra la salud pública, blanqueo de capitales, revelación de secretos y tenencia ilícita de armas figura un agente de la policía local de Huelva que facilitaba información a la red.
Un broker de la droga

Los agentes sitúan a Teddy el Rubio como el jefe o «broker» al que contactan los narcotraficantes en origen para gestionar la entrada de droga por mar en la Península desde Colombia, un trabajo por el que cobraría una comisión del 15% y para lo cual, a su vez, subcontrata a gente de confianza y que conoce bien la zona como el caso de su lugarteniente, apodado Manolito, y que es uno de las 4 personas que ha ingresado en prisión.
Pero las organizaciones ya no se conforman con introducir grandes cantidades de cocaína. Según los comisarios de UDYCO y UDEF Alberto Morales y José Rodríguez, respectivamente, cada vez es más frecuente que estas redes cuenten con rastreadores e inhibidores para eludir la acción policial y, sobre todo, con métodos sofisticados para blanquear sus beneficios.
Sobre estas dos ramas comenzó a trabajar la Policía en enero de 2023 cuando detectó una organización criminal dedicada al tráfico de drogas con conexiones en distintos puntos de España que introducía cocaína mediante el empleo de embarcaciones semirrígidas que alijaban en la zona del río Guadiana.
Al mismo tiempo constató que existía otra organización encargada de dar apariencia legal a todo el beneficio obtenido con estas actividades ilícitas introduciendo el dinero en el circuito financiero.
Avanzada la investigación, en octubre del año pasado, los agentes descubrieron en una finca situada en Lepe (Huelva) varios vehículos sustraídos que iban a ser utilizados como coches de carga y una embarcación sin motores, lo que les llevó a una compleja estructura societaria implantada en diferentes ciudades de España así como en Emiratos Árabes.
Coches de lujo, solariums y hasta cuadros de Picasso para blanquear

Rodríguez, al frente de la sección contra el blanqueo de capitales de la UDEF y su inspector jefe Daniel Vázquez han explicado que la organización empleaba tres métodos para lavar los beneficios del narco.
Golpear su sistema financiero es, en palabras de Rodríguez, lo que hace más daño a las organizaciones criminales porque les cortas su ingreso, por lo que tienen que ser capaces de volver a levantar de inicio «el negocio».
En este caso, el entramado desarticulado constituía tres sociedades con un capital ficticio elevado, lo que le permitía inyectar el dinero del delito. Una segunda modalidad era la explotación de negocios comerciales donde mezclaban flujo de dinero legal con el proveniente de la droga y, por último, disponían de sistemas muy avanzados de encriptaciones en criptovalores.
Entre las sociedades descubiertas figura una constituida por un valor de más de 10 millones de euros que aportaba cuatro cuadros de Pablo Picasso -se está determinando si son falsos-, además de negocios legales como concesionarios de coches de lujo en Sevilla y Huelva que aportaban unos beneficios de más de 300.000 euros al año.
También contaban con solariums, cafeterías y restaurantes para blanquear el dinero por todo el país, con los que lograron blanquear más de 2,5 millones y la investigación ha constatado que la organización compró embarcaciones, viviendas y coches de lujo por un importe de más de 11 millones de euros.
Se estima que más de siete millones de euros han circulado en el sistema financiero como dinero aparentemente de origen lícito.
Durante los registros se intervinieron además de un kilo de cocaína, tres pistolas municionadas, visores térmicos, una nevera convertida en radio portátil para transmisiones en alta mar, una botella de butano preparada con una caleta para ocultar dinero o droga, 70 teléfonos móviles, seis visores nocturnos, dos teléfonos satelitales, rastreadores de frecuencias, inhibidores, una narcolancha, placas dobladas sustraídas, ocho vehículos y un camión pluma para sacar las embarcaciones semirrígidas del agua.
Destaca también un sistema que permitía el uso de criptomonedas con un enfoque de seguridad y privacidad que dificultaba el rastreo posterior de las transacciones económicas.