Los Ángeles, 4 ago (EFE).- California se muestra como el estado líder en la respuesta del Partido Demócrata al intento de redistribución de distritos electorales respaldado por el presidente Donald Trump para mantener el control del Congreso estadounidense en las elecciones de medio término, lo que da un nuevo protagonismo al gobernador Gavin Newsom en su batalla contra el mandatario.
El presidente ya abrió un campo de batalla en Texas, donde los republicanos quieren asegurar al menos cinco escaños adicionales, lo que garantizaría que ese partido retenga la Cámara Baja en las votaciones de 2026.
El proyecto obligó a más de 50 demócratas de la Cámara de Representantes de Texas a salir del estado para impedir el cuórum y bloquear la votación de la redistribución.
Republicanos en estados como Ohio también estarían considerando seguir los pasos de Texas, como parte del plan de Trump, que originó una respuesta de los estados demócratas para adelantar sus mapas congresionales, que generalmente se realizan cada 10 años, basados en las cifras del censo.
La mejor oportunidad de balancear los rediseños para el partido azul está en California, un estado predominantemente demócrata que tiene el mayor número de distritos congresionales en el país, con 52.
Newson, quien se perfila como una de las caras demócratas para las elecciones presidenciales de 2028, dijo la semana pasada que está considerando convocar elecciones especiales en noviembre para pedir a los votantes de California que aprueben la revisión de los distritos de la Cámara de Representantes de EE.UU. en su estado.
El gobernador demócrata necesita recurrir a los votantes porque desde 2010 la responsabilidad de los mapas congresionales está bajo la jurisdicción de la Comisión Ciudadana de Redistribución de Distritos de California (CCRC), una entidad independiente que utiliza los nuevos datos del censo para redefinir los límites de los distritos del Congreso, el Senado estatal, la Asamblea estatal y la Junta Estatal de Igualación.
Newsom está dispuesto a mover su capital político para resistir a los republicanos, pues el viernes pasado prometió «clavar una estaca en el corazón» de la Administración Trump para impedir que los republicanos conserven la Cámara de Representantes.
Manifestó que actualmente está trabajando con la Legislatura en un plan que suspendería temporalmente la comisión y presentaría un mapa alternativo directamente a los votantes para su aprobación, lo que supone un reto.
«Nos dirigiremos a la gente de este estado de manera transparente y les pediremos que consideren las nuevas circunstancias, que consideren estas nuevas realidades», declaró Newsom a la prensa.
Este lunes el gobernador criticó a Abbott por amenazar con destituir a más de 50 demócratas de la Cámara de Representantes de Texas que salieron del estado para evitar votar la nueva redistribución.
El viernes pasado, Newsom recibió a los legisladores demócratas de Texas en Sacramento, lo que contribuyó a proyectar un frente nacional unido contra los republicanos.
Los gobernadores de Illinois y Nueva York, JB Pritzker y Kathy Hochul, respectivamente, se han unido al esfuerzo de Newsom, que lidera la respuesta demócrata para detener a Trump.
Este lunes Pritzker recibió a una delegación de los legisladores texanos y resaltó en una conferencia de prensa que «no tuvieron más opción que abandonar su estado, impedir la votación y proteger” a sus electores”.
«Este es un acto de valentía y todos podemos aprender de la estrategia de estos líderes», dijo el gobernador de Illinois.
La avanzada de Newsom supone un reto para los republicanos, tanto que el congresista Kevin Kiley (republicano por California) anunció este lunes que presentará una legislación que prohibiría todos los esfuerzos de redistribución de distritos a mediados de década en todo el país y anularía cualquier mapa nuevo aprobado antes del censo de 2030.
Ana Milena Varón