Bangkok, 12 jul (EFE).- La Asamblea Nacional de Camboya aprobó una enmienda en la Constitución que abre la puerta a que se pueda revocar la ciudadanía a los camboyanos que conspiren junto a extranjeros contra el país, una medida que, según críticos, busca eliminar a la disidencia y la oposición.
Los 125 legisladores de la Cámara Baja aprobaron el viernes la reforma por «unanimidad», indica la propia asamblea en su perfil de Telegram.
Hun Sen, ex primer ministro de Camboya (1985-2023) y actual presidente del Senado, impulsó a finales de junio esta reforma exprés con el pretexto de evitar la injerencia externa en el país en el contexto de la disputa fronteriza que mantiene con Tailandia.
El texto modificado del artículo 33 de la Carta Magna establece ahora que «la recepción, la pérdida y la revocación de la nacionalidad camboyana se determinarán por ley».
«El objetivo principal de esta enmienda es allanar el camino para la creación de un marco jurídico que permita la retirada de la ciudadanía camboyana a cualquier nacional que haya cometido traición o actuado de una manera que perjudique gravemente los intereses del Reino en connivencia con países extranjeros», apuntó la asamblea.
La reforma todavía tiene que pasar por el Senado de Camboya, controlado por Hun Sen, y ser ratificada por el rey Norodom Sihamoni antes de publicarse en el boletín oficial y entrar en vigor.
Desde finales de mayo, Bangkok y Nom Pen se encuentran enzarzados por la soberanía de diversos puntos sin demarcar a lo largo de la frontera terrestre de 817 kilómetros que comparten, un conflicto por el que murió un soldado camboyano.
Los grupos de derechos humanos acusan desde hace años al Gobierno de Camboya de utilizar el sistema judicial para perseguir y silenciar a los opositores políticos y las voces críticas.
La oenegé Amnistía Internacional (AI) dijo que la revocación de la ciudadanía sería «una violación atroz» que limitaría los derechos de los camboyanos.
«A medida que la propuesta se convierte en una realidad, quien se pronuncie en contra o se oponga al partido gobernante correrá el riesgo de que se le revoque la ciudadanía. Nos preocupa que el gobierno de Camboya use estos poderes para reprimir a sus críticos y convertirlos en apátridas», apuntó la víspera en un comunicado la directora regional de investigación de AI, Montse Ferrer.
Por su parte, la opositora camboyana Mu Sochua, quien desde hace ocho años vive en el exilio, asegura que esta medida se convertirá en «una poderosa arma» que permitirá al Gobierno camboyano «silenciar la disidencia» dentro y fuera del país.
«Aunque en teoría la enmienda camboyana parece estar dirigida a mantener la seguridad nacional, en la práctica tendrá un único propósito: criminalizar las críticas y exiliar a los opositores», apuntó Sochua en un artículo de opinión publicado el jueves en el portal The Diplomat.