‘Camino de compostera’, 900 kilómetros cargado con basura para unir naturaleza y arte

El artista Alberto Monreal a su paso por A Fonsagrada, Lugo, durante el 'Camino de compostera', su último proyecto en el que recorre a pie los 900 kilómetros que hay entre Santiago y Zaragoza cargando con todos los residuos que genera el viaje para reflexionar sobre la basura, la naturaleza y el arte. EFE/ Eliseo Trigo

Paula Fernández

El artista Alberto Monreal a su paso por A Fonsagrada, Lugo, durante el 'Camino de compostera', su último proyecto en el que recorre a pie los 900 kilómetros que hay entre Santiago y Zaragoza cargando con todos los residuos que genera el viaje para reflexionar sobre la basura, la naturaleza y el arte. EFE/ Eliseo Trigo

Santiago de Compostela, 1 jul (EFE).- ‘Camino de compostera’ es el último proyecto del artista Alberto Monreal, un peregrinaje eco-artístico con el que está recorriendo a pie unos 900 kilómetros entre Santiago y Zaragoza cargado con los residuos que genera en el viaje para reflexionar sobre la basura, la naturaleza y el arte.

El artista Alberto Monreal a su paso por A Fonsagrada, Lugo, durante el 'Camino de compostera', su último proyecto en el que recorre a pie los 900 kilómetros que hay entre Santiago y Zaragoza cargando con todos los residuos que genera el viaje para reflexionar sobre la basura, la naturaleza y el arte. EFE/ Eliseo Trigo

Monreal (Zaragoza, 1995) salió de Santiago de Compostela el 24 de junio con un carrito y un cubo para depositar sus residuos, todo construido con materiales reaprovechados y que va mutando a lo largo del viaje en función de sus necesidades.

El objetivo es llegar a Zaragoza un mes y medio después, tras atravesar Galicia, Asturias, Cantabria, Castilla y León, La Rioja, Navarra y Aragón.

«Como el asunto va de retorno, reciclaje y basura, la idea es retornar a casa y hacer el camino hacia Zaragoza desde Santiago», explica Monreal a EFE desde la aldea de O Estornín, en Lugo, donde hace un descanso en una de sus etapas.

La huella que deja y la basura que genera siempre ha sido un tema de reflexión para el artista: «Como el residuo es un invento humano y la basura es un constructo convencional, al final es muy difícil resolver las dudas. Es muy difícil encontrar absolutos».

Ahora ha decidido unir esas reflexiones con su faceta artística y volver al Camino de Santiago, una experiencia que le «orientó» en la vida hace 10 años, para intentar abordar la cuestión de la basura de una manera «creativa, divergente y alternativa».

Etapa a etapa, el zaragozano deposita todos los residuos orgánicos que produce en un cubo. Para que sea más realista, cuando consume algo en un bar o restaurante, también se lleva «algo de basura metafórica o simbólica» para sumarlo, como los restos de las naranjas con las que le han preparado el zumo.

«Creía que iba a generar menos residuo diario orgánico», reconoce el artista, que cuenta que ha empezado a cortar las peladuras en trozos pequeños para que se descompongan fácilmente y ocupen menos espacio en el cubo, que espera tener lleno cuando llegue a Zaragoza.

También recoge envases de plástico que han tirado otros peregrinos para llenar una bolsa de 10 litros cada día. «Y es muy poco comparado con lo que se encuentra», dice.

A sus propias reflexiones, Monreal suma las de peregrinos y locales que encuentra durante el camino, a quien cuestiona sobre la producción y gestión de los residuos.

«Una vez unos chicos nos pidieron una servilleta y tuvimos un debate chulísimo sobre de quién es la responsabilidad de esa servilleta que nosotros hemos comprado, pero que ellos nos piden, ellos consumen y ellos generan como basura. Entonces yo confío en que ellos se responsabilizarán de esa basura», relata.

En torno al viaje «orbitan» diferentes piezas en las que Monreal irá vertiendo su faceta artística, como una compilación literaria con citas de lo que le cuentan otros peregrinos, un documental, grabaciones sonoras de cantos que entona en los túneles que atraviesa o una instalación creada con los residuos no orgánicos que acumule en la que contará cómo ha sido su camino.

Todo el proceso se está compartiendo a través de su perfil de Instagram (@caminodecompostera) y de la plataforma de arte y naturaleza Space for Nature, porque también tiene un carácter divulgativo.

«Hacemos un llamado a las gentes, para que nos esperen en los pueblos o sepan que vamos a pasar por su pueblo, que podemos hacer charlas y hacer un retrato colectivo del proceso», dice Monreal.

El camino culminará el 9 de agosto en Zaragoza y dos días después enterrará todo el residuo orgánico que ha generado en el barrio de Peñaflor.