Toronto (Canadá), 7 jun (EFE).- El primer ministro canadiense, Mark Carney, anunció este sábado que la Cumbre del G7 que se inicia el 15 de junio en Canadá tendrá como prioridades el fortalecimiento de la paz, la seguridad energética, la aceleración de la transición digital y la colaboración con el sector privado para invertir en infraestructuras y desarrollo económico.
En un comunicado, Carney añadió que durante la reunión, a la que además de los líderes del G7 (Alemania, Canadá, EE.UU., Francia, Italia, Japón y el Reino Unido) están invitados, entre otros, los gobernantes de Ucrania, India, Brasil y México, se tratará el fin de varios conflictos armados, incluido el de Ucrania.
«También se abordarán cuestiones como una paz justa y duradera para Ucrania y otras regiones en conflicto, así como una agenda orientada al futuro que incluya a socios más allá del G7, reconociendo que nuestra seguridad y prosperidad a largo plazo dependerán de la construcción de coaliciones con aliados fiables y de valores comunes», explicó el comunicado.
Carney destacó que la Cumbre del G7 es una ocasión para afrontar los desafíos actuales.
«La Cumbre de líderes del G7 en Kananaskis es una oportunidad para que Canadá trabaje con socios fiables para afrontar los desafíos con unidad, determinación y fuerza. Canadá está preparado para liderar», afirmó.
La 51 Cumbre del G7 se celebrará en Kananaskis, una pequeña localidad turística incrustada en las Montañas Rocosas del oeste de Canadá donde ya se celebró otra reunión de líderes del grupo, entonces denominado G8 por la inclusión de Rusia, en 2002.
El encuentro, que se prolongará hasta el 17 de junio, será la primera vez que el presidente de EE.UU., Donald Trump, se reúna con sus principales aliados desde que empezó su segunda presidencia en enero de este año.
La anterior presencia de Trump en una Cumbre del G7 organizada por Canadá, en 2018 en Charlevoix, terminó con el presidente estadounidense insultando al entonces primer ministro del país, Justin Trudeau, y retirando la firma de EE.UU. del comunicado final del grupo.
Las autoridades canadienses han convertido a Kananaskis en una fortaleza desde hace días, con patrullas terrestres y aéreas de la Policía Montada y las fuerzas armadas canadienses asegurando una amplia zona en torno a la localidad.
Los senderistas y los aficionados a las acampadas que normalmente visitan los bosques de Kananaskis tendrán prohibida su entrada en la zona a partir del martes 10 de junio. Y en los próximos días, grandes bloques de hormigón serán colocados a modo de barricadas en la carretera de acceso a la localidad.
La Policía Montada ha establecido una zona de 55 kilómetros alrededor de Kananaskis en la que está prohibido el vuelo de aeronaves y drones, y otra de 37 kilómetros en torno al aeropuerto de Calgary.
Además, los organizadores de la Cumbre han establecido tres áreas designadas en las que se deben realizar las protestas previstas contra la reunión, todas en la ciudad de Calgary, a 60 kilómetros de Kananaskis.