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Canciller uruguayo destaca que la firma con EFTA muestra la forma en que crece el Mercosur

Foto de archivo del canciller de Uruguay, Mario Lubetkin. EFE/ Sebastián Astorga

Montevideo, 16 sep (EFE).- El canciller de Uruguay, Mario Lubetkin, destacó este martes, tras la firma del acuerdo entre el Mercosur y la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), la forma en que el bloque suramericano crece y se proyecta.

«Hoy el Mercosur es un camino de apertura de puentes para nosotros. Hoy el Mercosur es un camino de oportunidades. Es una subregión que crece, que construye y que se proyecta. De eso no hay dudas y los resultados de hoy lo marcan claramente», apuntó en una rueda de prensa telemática.

El bloque suramericano y EFTA rubricaron en esta jornada un acuerdo comercial que crea un mercado de trescientos millones de personas.

Calificado como un hito entre los dos bloques, el tratado es considerado estratégico para ayudar a enfrentar desafíos globales, como la guerra comercial impulsada por Washington y el cambio climático, según sus signatarios.

«Creo no estar equivocándome en la palabra. Una reunión histórica del Mercosur. Creo que es una de las más importantes desde el nacimiento del Mercosur en 1991. Es el primer acuerdo grupo a grupo», apuntó Lubetkin, quien hizo hincapié en la importancia de los cuatro países que integran el EFTA: Islandia, Noruega, Suiza y Liechtenstein.

Y añadió: «No solamente tenemos que pensar que lo del EFTA ha sido el inicio o la firma de un acuerdo comercial, sino que es una nueva forma de alianza. Es lo mismo que está planteado con la Unión Europea si efectivamente llegamos a la firma (…) Si ponemos juntos a los países del Mercosur y a los de EFTA nos referimos a 280 o 300 millones de personas. Nunca firmamos un acuerdo de esa dimensión. Si pensamos en el Producto Bruto Interno de los ocho países estamos hablando de 4,4 billones de dólares».

Por otra parte, el canciller apuntó que Uruguay mantiene actualmente una relación «muy pequeñita» con dicho bloque, que no llega a los 35 millones de dólares.

«¿Qué quiere decir eso? Que solo podemos crecer. Delante nuestro hay un panorama extraordinario en relación a nuestro crecimiento. Desde ese punto de vista hemos recibido señales muy fuertes por parte de alguno de estos países», puntualizó.

El tratado abarcará el comercio de bienes y servicios, inversiones, propiedad intelectual, compras públicas, competencia, reglas de origen, defensa comercial, medidas sanitarias y fitosanitarias, obstáculos técnicos al comercio, asuntos legales y solución de controversias, e incluirá un capítulo de comercio y desarrollo sostenible.

El acuerdo beneficiará a más del 97 % de las exportaciones de ambos bloques, mediante varias medidas, de las cuales, algunas entrarán de forma inmediata y otras gradualmente.

Una vez que el acuerdo entre en vigor, EFTA suprimirá por completo los aranceles aplicados a las importaciones de productos industriales y pesqueros originarios del bloque suramericano.

Además, el bloque europeo aplicará descuentos o exenciones arancelarias de forma inmediata y ofrecerá cuotas específicas para productos que podrán ingresar sin pagar impuestos de importación, entre los cuales algunos agrícolas que son claves para el Mercosur (café, carnes de vacuno, ave y cerdo, etanol y vino).

El Mercosur, a su vez, contará con un plazo de hasta quince años para completar un proceso escalonado de desgravación arancelaria aplicado a las importaciones industriales provenientes de sus nuevos socios europeos.

Uno de los aspectos destacados del acuerdo entre el Mercosur y la EFTA es la inclusión de una cláusula ambiental que vincula el comercio digital con el uso de energía limpia.

Según lo pactado, los prestadores internacionales de servicios digitales -como plataformas en la nube, software o servicios de datos- solo podrán beneficiarse de las ventajas del acuerdo si el país desde donde operan cuenta con una matriz eléctrica compuesta en al menos un 67 % por fuentes renovables.