Málaga, 15 mar (EFE).- Con una foto de Whatsapp empezó todo. Con una foto de un cuadro valorado en 1.500 euros comenzó la increíble historia de una familia asombrada, “dealers” de arte que parecen sacados de “una película de James Bond”, 300 millones y un pintor de leyenda de nombre Caravaggio. Un documental la recrea.
Productor de películas como ‘Campeones’ o la nueva de Julio Médem, ‘8’, y también director, Álvaro Longoria ha presentado este sábado en el Festival de Málaga ‘The sleeper. El Caravaggio perdido’, documental sobre el periplo sorprendente de un cuadro que se hizo famoso hace más de cuatro años.
Fue un caso de enorme repercusión mediática, el de un “Ecce homo” atribuido a la Escuela de Ribera que iba a subastar la casa Ansorena, en Madrid, por 1.500 euros.
La importancia de un marchante español
Longoria explica que un “sleeper”, en el mundo del arte, es un cuadro de un pintor famoso que durante siglos, muchos años en cualquier caso, permanece oculto en algún lugar, quizá el sótano de una familia más o menos adinerada, y de repente sale a la luz. De repente, despierta.
Alguien vio este “Ecce homo” en el catálogo, hizo una foto y la envió por Whatsapp. Y pensó: no es de la Escuela de Ribera; es, quizá, de Caravaggio, el “pintor de moda”, como apunta Longoria.
Se viralizó la imagen, cayó en los ojos y el asombro de marchantes de arte de todo el mundo, algunos de los más famosos, de hecho, y lo que parecía que sería una puja sin chicha en Madrid se convirtió en una lucha a cara de perro en el mercado mundial del arte.
Persona clave en el viaje es Jorge Coll, uno de los propietarios de la galería Colnaghi, en Londres, prestigiosa a escala universal. Longoria lo conocía bien, dice, y así empezó a entrar en la historia.
Dealers estilo James Bond
El documental de Longoria es también un retrato del mercado del arte, que es insondable, que mueve millones. Especulación desatada.
“La tesis es que el valor y el precio de las cosas, en el mercado del arte, no tienen nada que ver. Este cuadro fue atribuido a la Escuela de Ribera por 1.500 euros y es el mismo que luego puede valer 300 millones atribuido a Caravaggio. Lo determina el mercado capitalista, la moda, los compradores quieren tener un ‘caravaggio'”, explica Longoria.
El sector de los “dealers”, los marchantes de arte, es “fascinante”, sostiene el productor y director. “Son como personajes de una película de James Bond y en el documental sale uno, que vive en Mónaco, que llegó a ofrecer 20 millones de euros por un cuadro que sólo había visto en fotos de Whatsapp”, ahonda.
Lo curioso, remata, es que “dan la sensación de que controlan el mercado, pero nunca cuentan cómo funciona; de hecho, dicen que si hablas de que vas a vender un cuadro, estás perdido”.
Más “sleepers”
Intervino el Gobierno español en el periplo de este ‘caravaggio’, más jugadores en el campo. El Estado, por un lado, los marchantes de arte, por otro, y en medio, la familia Méndez, la dueña.
El estupor de esta familia es también el estupor del espectador o espectadora, que sigue el periplo del cuadro preguntándose quién se quedará con el “Ecce homo”, y sobre todo, dónde se exhibirá.
El desenlace es conocido; alguien de quien se ignora su identidad lo adquirió. El Museo del Prado lo expuso en mayo de 2024.
Acabó así el viaje de este “sleeper”, este cuadro durmiente, pero Longoria está convencido de que hay más. Antes era complicado localizarlos; ahora, con Internet, no. “Invito a todo el mundo a ver qué cuadros tienen sus abuelos”, asegura. EFE
Ángel Alonso Giménez