Cardenal de Honduras denuncia “cultura de la muerte” en su país y cuestiona a dictadores

El cardenal de Honduras, Óscar Andrés Rodríguez. EFE/David de la Paz

Tegucigalpa, 29 jun (EFE).- El cardenal de Honduras, Óscar Andrés Rodríguez, dijo este domingo que su país se «debate en la cultura de la muerte» y cuestionó a los “dictadores de hoy”, a quienes acusó de creerse dioses y promover modelos autoritarios en América Latina.

«Honduras se debate en la cultura de la muerte. No puede estar presente nuestro Dios en personas que le quitan a vida a otra persona, ellos mismos se separan de Dios, rechazan a Dios», expresó Rodríguez durante la misa que ofició en la Basílica Menor de Suyapa, en Tegucigalpa.

Honduras vive una ola de violencia que afecta a toda la población y causa a diario un promedio de entre 10 y 13 homicidios en este año, según cifras oficiales.

«Dios es el Dios de la vida, y Honduras tiene que ser un país de la vida, no de la muerte. Todos tenemos que luchar para que se eduque la juventud, especialmente en el respeto a la vida», subrayó.

Rodríguez evocó el mandamiento “no matarás” y llamó a la población a renovar su fe en el “Dios Resucitado”, destacando que Jesús entregó su vida por amor.

Jesús «nos pide que lo reconozcamos como alguien que entrega su vida por nosotros», enfatizó el religioso, quien preguntó a los fieles: «si existe un amor más grande que el amor que entregó su vida para salvarnos».

Recordó también el mensaje de esperanza proclamado por el papa Francisco, ya fallecido, y reiterado por el papa León XIV: “La esperanza no defrauda”.

En ese sentido, advirtió que la esperanza de Honduras no puede estar en “volver atrás con todos los errores del pasado y peor todavía, querer rememorar errores, vergüenzas».

Jesús nos «ama siempre, permanece a nuestro lado todos los días de nuestra vida, es la luz que nos guía, no son las ideologías, es la fuerza que nos sostiene. Jesús es el amigo que siempre nos acompaña y que nunca traiciona», señaló.

“Recordar es de humanos, resentir es de tontos, porque es (como) echarle sal a una herida para que vuelva a doler”, indicó Rodríguez, quien llamó a los candidatos a cargos de elección popular en las elecciones generales del 30 de noviembre «a servir al pueblo» y no anteponer intereses personales.

El cardenal arremetió contra los «dictadores de hoy, que son muchos, y que se arrogan como la prioridad de ser ellos como dioses. Los vemos en todo el mundo y, tristemente, en nuestro continente latinoamericanos, como que es el único modelo que se animan a seguir».

Advirtió que los políticos que se convierten en dictadores son personas que se vuelven «ciegas, piensa que es Dios y que sus caprichos deben ser leyes».

“Esta es una lección que no la han aprendido los dictadores de este mundo, empezando por los grandes sátrapas de la antigua Asia, los perseguidores de la Iglesia como los emperadores romanos, los dictadores del siglo XX”, concluyó el cardenal hondureño.