Carla Gracia defiende la «responsabilidad compartida» de visibilizar la neurodivergencia

La escritora y codirectora del documental 'L,escola inclusiva', Carla Gracia, explica en una entrevista con EFE como le planta cara desde diferentes frentes al diagnóstico de autismo de su hijo, ahora desde su última novela, 'Perfectamente imperfecta', porque hablar de este tipo de trastornos "no es una opción, es una responsabilidad compartida". EFE/David Borrat.

David Álvarez

La escritora y codirectora del documental 'L,escola inclusiva', Carla Gracia, explica en una entrevista con EFE como le planta cara desde diferentes frentes al diagnóstico de autismo de su hijo, ahora desde su última novela, 'Perfectamente imperfecta', porque hablar de este tipo de trastornos "no es una opción, es una responsabilidad compartida". EFE/David Borrat.

Girona, 14 ago (EFE).- La escritora Carla Gracia, codirectora del documental ‘L’escola inclusiva’, planta cara al diagnóstico de autismo de su hijo desde varios frentes, ahora desde la novela ‘Perfectamente imperfecta’, convencida de que hablar de neurodivergencias «no es una opción, es una responsabilidad compartida».

La escritora y codirectora del documental 'L,escola inclusiva', Carla Gracia, explica en una entrevista con EFE como le planta cara desde diferentes frentes al diagnóstico de autismo de su hijo, ahora desde su última novela, 'Perfectamente imperfecta', porque hablar de este tipo de trastornos "no es una opción, es una responsabilidad compartida". EFE/David Borrat.

Gracia ha optado por la ficción, porque es algo que «hace sentir» al lector y que, según explica en una entrevista con EFE, permite alcanzar profundidades a las que no llega el ensayo, que viene filtrado por la razón.

«Es lo que buscaba: hacer sentir sin dar lecciones», señala la autora, para quien su libro invita a vivir «una historia desde dentro, a través del amor, la contradicción o el dolor».

‘Perfectamente imperfecta’, editada en castellano por Catedral y en catalán por Univers, está inspirada en hechos reales y explica la historia de una madre que se hunde para resurgir mientras acompaña a su hijo neurodivergente en un mundo poco preparado para la diferencia.

«Hay muchas personas autistas que se están diagnosticando y que, por fin, entienden que aquello que creían que era un trastorno es una condición, una manera de estar en el mundo», añade.

Carla Gracia, de promoción del libro en Girona, advierte de que ella no es especialista, «solo madre», para apuntillar de inmediato que de lo que está segura es de la complejidad de cada niño «y de que la familia tiene un papel importante para aprender y acompañarlos».

Subraya también que «la neurodivergencia es simplemente percibir el mundo de manera diferente a la mayoría: leer diferente, sentir diferente y relacionar conceptos de manera diferente».

Par ella, que los niños realicen todos lo mismo, algo que resume en atender sentados cada día durante ocho horas las lecciones de un profesor mientras toman apuntes, y medicar a los que no se adaptan para que lo hagan es «no entender nada».

«¿Qué es más loco, que una persona se gaste mil euros, el sueldo de un mes para la mayoría, en un vestido para una fiesta o que un niño angustiado grite y huya cuando no corresponde?», plantea.

Uno de sus frentes es el de la escuela denominada inclusiva, «una declaración de buenas intenciones sin presupuesto y eso solo puede llevar a la angustia».

«Mi hijo, un día, después de salir de la escuela ordinaria donde iba, me dijo: Mamá, quiero ir a un lugar donde los niños sean como yo. Yo le pregunté: ¿Cómo tú? Y él me respondió: Diferentes. Yo intenté suavizarlo: Todos somos diferentes de una manera u otra. Y él, lúcido como es, me dijo: Los otros niños se parecen entre ellos. Yo soy diferente, diferente. No me quiero sentir el peor niño del mundo», relata.

Gracia admite que, si el documental ‘L’escola inclusiva’ impactó en el diálogo público, lo que puede conseguir ahora a través de un libro es «sensibilizar desde la empatía».

‘Perfectamente imperfecta’ es una herramienta que, según su autora, no busca «un cambio directo en las políticas públicas ni incidir en el debate social».

Al principio , asegura, ni era un libro, solo situaciones que vivía, «que eran dolorosas o absolutamente hilarantes», y que comenzó a escribir por supervivencia.

Convertido aquello en novela, algunos familiares le desaconsejaron publicarla por temor al daño que le pudiese causar aquella exposición a ella o a su hijo.

Ahora, se emociona cuando recibe mensajes de madres «con hijos extraordinarios o no», que le agradecen que las haya acompañado o que se han sentido identificadas.

La obra se convertirá el próximo mayo en una pieza teatral que se estrenará en Barcelona de la mano de Montse Rodríguez: «Se enamoró del texto y yo de ella como directora y como persona extremadamente sensible», dice.

«Es emocionante, porque seguramente ‘Perfectamente imperfecta’ tomará una nueva dimensión, no sé exactamente cuál, pero será como es el teatro: vivo, intenso, sin espacio para respirar y con espacio para la posibilidad de ser, porque el teatro es un lugar para desnudarse, y esta historia llegará cruda, valiente y sin filtros», concluye.