Valencia, 24 may (EFE).- Carlos Corberán ha pasado en apenas cinco meses de ser un ‘desconocido’ al salvador del Valencia CF, tras una segunda vuelta en la que ha logrado sacar al equipo de la última posición de la tabla y acabar duodécimo, con 46 puntos.
El técnico valenciano, que llegó al banquillo del conjunto de Mestalla en diciembre de 2024 procedente del West Bromwich Albion inglés tras pagar los tres millones de euros de su cláusula de rescisión, ha logrado reconducir la situación del equipo, dotándolo de un carácter competitivo, pundonor, solidez defensiva y recursos en ataque para devolver el máximo rendimiento a una plantilla que atravesaba una dinámica muy negativa que le costó el cargo a Rubén Baraja.
Desde su llegada, Corberán ha dirigido al equipo en 21 encuentros de Liga, con un balance de nueve victorias, siete empates y cinco derrotas, suficientes para garantizar la continuidad de la entidad valencianista en la máxima categoría del fútbol español.
La reacción del equipo fue inmediata. El técnico de Cheste dijo en su llegada que el objetivo inmediato era recuperar la mejor versión de todos los jugadores y eso ha hecho para transformar a un equipo que cogió a siete puntos de distancia de la salvación en uno de los mejores de la segunda vuelta de la Liga, con unos números de Liga de Campeones.
Pero Corberán no llegó solo. El técnico valenciano incorporó a seis personas a su cuerpo técnico: Jorge Alarcón, Josep Alcácer y Martin Drury como entrenadores asistentes, Ángel de las Heras como ayudante en campo, Marcos Abad como entrenador de porteros y Rafael Aranda como preparador físico.
La rigidez, seriedad y su carácter estricto han hecho que el vestuario confíe en él y sus métodos. En su llegada, Corberán cambió las rutinas del equipo con seguimiento del peso, dobles sesiones en el inicio, concentraciones más largas, mayor convivencia y entrenamientos más largos y duros que se han mantenido durante la temporada.
En palabras de Hugo Duro en rueda de prensa: es un entrenador increíble. “Todo lo que escribáis de él de lo que trabaja se queda corto, porque también es ambicioso y lo prepara todo al milímetro. Es difícil no crecer con él, porque te lo deja todo ‘mascadito’. Se reirá más o menos, pero lo que cuenta es que saque rendimiento a los jugadores y todas mis palabras son buenas”, expresó.
La comunicación también han cambiado respecto al anterior técnico. Con Corberán, todo pasa por hablar de fútbol más que apelar al sentimiento valencianista y, con la ayuda de sus tres entrenadores asistentes, mantiene un seguimiento individualizado del jugador. También es mucho más fluida, con la existencia de muchas charlas. Una de las máximas del técnico es la honestidad con el futbolista.
Además de su faceta profesional, Corberán se ha reconocido devoto de la Virgen de los Desamparados y de la Virgen de la Soledad, que la lleva a cada partido con él. El técnico es un habitual de la capilla de Mestalla que se sitúa al lado del vestuario del Valencia antes de cada partido para encomendarse a la patrona de Valencia.
Con contrato hasta 2027, el entrenador afronta su primer mercado de verano en el Valencia CF con el objetivo de hacer “una plantilla lo más competitiva posible” para devolver al club “donde se merece” tras una temporada agónica.
Paula Lerín