Carlos Vives convierte un concierto en la playa en una carta de amor a Santa Marta

El cantante colombiano Carlos Vives canta durante el ‘Gran Concierto Serenata a Santa Marta’ este lunes, en la playa de Los Cocos durante la conmemoración de los 500 años de la fundación de Santa Marta en Santa Marta (Colombia). EFE/Carlos Ortega

Santa Marta (Colombia), 28 jul (EFE).- La voz de Carlos Vives irrumpió este lunes entre las olas y el bullicio: «Te soñé tantas veces, Santa Marta». En las pantallas del gran escenario sobre la arena de la Playa de Los Cocos se proyectaron escenas del videoclip de ‘500 años’, mientras la tarima cobró vida y el artista samario saludó emocionado a su ciudad natal.

Frente a un mar que rozaba las vallas del recinto, con lanchas iluminadas flotando a pocos metros y balcones repletos en los hoteles vecinos, decenas de miles de personas se dieron cita para cantar los himnos de Vives y rendir homenaje a la ciudad más antigua de Colombia, que cumple 500 años desde su fundación española en 1525.

La velada arrancó con sus éxitos ‘La perla’ y ‘Ella es mi fiesta’, mientras el cantante, vestido de blanco, recorría el escenario, a pesar del calor, con la energía intacta, para ofrecer un gran concierto gratuito a sus vecinos que se convirtió en una fiesta popular, a cielo abierto, con Santa Marta como protagonista.

«Hoy veo que el trabajo aún no está terminado y hay mucho por hacer. Hay que seguir cantando todos los días sin descanso», dijo, entre aplausos, quien desde hace décadas convirtió al vallenato en un puente global entre tradición y modernidad.

Una fiesta que se escuchó por toda la ciudad

El cantante colombiano Carlos Vives (d) canta junto a la cantante española Niña Pastori durante el ‘Gran Concierto Serenata a Santa Marta’ este lunes, en la playa de Los Cocos durante la conmemoración de los 500 años de la fundación de Santa Marta en Santa Marta (Colombia). EFE/Carlos Ortega

La logística fue tan especial como el evento: sobre la playa se instalaron placas para nivelar el terreno, tribunas con sillas para acomodar al público y estructuras de pirotecnia tanto arriba como abajo del escenario, para que incluso quienes se quedaban lejos pudieran disfrutar del espectáculo.

Un DJ abrió la noche mientras llegaban los asistentes, y ya con Vives sobre el escenario comenzaron las sorpresas del ‘Gran Concierto Serenata a Santa Marta’: salieron como invitados exjugadores del Unión Magdalena que lanzaron balones al público, en honor al fútbol local.

Luego, artistas como Lalo Ebratt, L’Omy, los niños del barrio San Martín —presentados como ‘los periquitos’, disfrazados de animales alados— y el grupo Estéreo Beat representaron la nueva generación de cantantes samarios.

Una de las invitadas más ovacionadas por el cantante fue la española Niña Pastori, a quien Vives presentó como «una prima lejana» y con quien interpretó una versión de cuna del tema ‘Santa Marta tiene tren, pero no tiene tranvía’.

«Desde Cádiz, nuestro puerto americano en España, viene ella», anunció, en un homenaje también a su experiencia cantando en España, país que se recorrió «de arriba a abajo».

«Yo me quedo en Santa Marta»

Uno de los momentos más esperados fue la interpretación de ‘500 años’, la canción compuesta por Vives para la efeméride, en colaboración con artistas locales y jóvenes indígenas.

Al ser una canción nueva de ocho minutos de duración, en las pantallas se proyectó la letra para ayudar al público a seguirla.

Cuando llegó la estrofa en lengua indígena, subió al escenario con orgullo Gloria Izquierdo, representante del pueblo arhuaco y defensora del conocimiento ancestral, quien ya había acompañado a Vives en otras presentaciones.

Ni siquiera los fallos de sonido lograron apagar la energía del concierto, que combinó nostalgia, fiesta y memoria histórica.

Entre vallenatos, rock y pop caribeño, el grito de «¡Yo me quedo en Santa Marta!» resonó en toda la playa.

La noche cerró dos horas después, tras varios videos de archivo que repasaron la trayectoria de Carlos Vives: sus inicios, sus primeras giras, sus premios, sus conciertos. «Es aquí donde están mis raíces», concluyó, visiblemente emocionado, en el mismo lugar donde comenzó todo.

Con 63 años, Carlos Vives no solo es uno de los artistas más queridos de Colombia, sino también un referente continental de la música latina que supo llevar el vallenato a escenarios globales sin perder su raíz caribeña.

Su fusión de ritmos tradicionales con pop y rock lo convirtió en pionero de un sonido que hoy define a toda una generación. Además de su carrera artística, ha sido un defensor incansable de la identidad cultural samaria, la preservación ambiental y el fortalecimiento de las nuevas generaciones musicales del país.

Paula Cabaleiro