Magdalena Tsanis

Segovia, 11 jun (EFE).- La palabra es la memoria y la pintura un instante y ambas se alían en ‘Habitar el hilo dorado’, una nueva exposición de la poeta, pintora y periodista Carmen Sigüenza que invita a «buscar la belleza donde nadie se atreve a mirar» o a «morder la propia sombra» en un viaje hacia la luz y el color.
La poesía de Baudelaire y el pensamiento de Jung son solo dos de las referencias de las que bebe esta artista madrileña, que compagina la pintura y la poesía con el periodismo en la Agencia EFE, donde durante años se encargó de la crónica literaria y en la actualidad ejerce como coordinadora en la web Efeminista.
La exposición, que se inaugura este viernes en el Palacio Quintanar de Segovia, consta de dieciséis pinturas y doce poemas que, acompañados por la música compuesta para la ocasión por Maite Yerro, guiarán al visitante en un recorrido desde la oscuridad y el miedo a la luz y el renacimiento.
En las pinturas, realizadas con técnicas mixtas, predomina la abstracción expresionista pero también hay figuración, con referencias al mundo animal y mitológico. Más que añadir capas lo que la artista hace es retirarlas para descubrir lo que hay debajo, quitarle pieles a la pintura para ir desnudándola, según ha explicado a EFE.
El proyecto arranca en torno a 2020, cuando la pandemia y una serie de pérdidas en su entorno la sumen en un momento de incertidumbre que la llevaron a mirar hacia su propio interior para reconocer y asumir su fragilidad.
Un proceso que ha derivado en este trabajo, una invitación a tomarse un respiro para pensar y mirar hacia adentro. «Todo lo importante sucede en tu interioridad y en tu intimidad», afirma.
Sigüenza cree que el arte debe buscar siempre la belleza, pero no «una belleza cosificada» sino que parta de mirar «lo que asusta o donde nadie se atreve a mirar», siguiendo las enseñanzas de Baudelaire, cuya frase «dame fango y haré oro» sobrevuela la exposición.
«La gente ahora quiere vivir sin incorporar la parte fea, se empeña en guardar esa sombra y en ser magnífica (…), pero hay que incorporarlo todo, lo bueno y lo malo, entonces eres tú», sostiene.
Una propuesta especialmente sugerente en tiempos «apocalípticos» y de «transformación» como los actuales, llenos de ruido. «Que al menos nos pille con un interior fuerte, si uno pasa de puntillas pues va todo así», dice.
Los poemas de Sigüenza están también cargados de fuerza simbólica y espiritualidad. El hilo al que alude en el título es algo fino y frágil pero a la vez fuerte y un elemento de conexión a la vida y a los otros.
La alquimia es otra referencia, en los poemas y en las pinturas, una metáfora de «la búsqueda del oro», que es la sabiduría o la luz o la vida eterna, y del sentido sagrado de la existencia.
Carmen Sigüenza es también autora de «El alimento del latido», un objeto-libro de poemas, y del poemario «Hilo de Cristal» (2008, Editorial Celya, Salamanca»). Su primera exposición fue «El color ganado a la palabra», en 2015, a la que siguieron ‘Luz de vuelta’, en URGEL3 de Madrid en 2017 y ‘La vibración del color’ en El Vergel (Alicante) en 2018.