Carmena: la gran tarea es enamorarse de lo público para profundizar en la democracia

Manuela Carmena posa durante una entrevista con EFE. EFE/Zipi Aragón

Ximena Hessling

Madrid, 7 abr (EFE).- La jueza y alcaldesa de Madrid entre 2015 y 2019, Manuela Carmena, quiere dejar a los jóvenes como parte de su legado “la gran tarea” de “enamorarse de lo público”, que “nos permite una proyección para mejorar nuestra calidad de vida enorme” y “profundizar en la democracia”.

Carmena ha publicado el libro ‘Imaginar la vida. Cuatro décadas transformando lo público’ (Península), que plantea como un ensayo sobre su modo de entender la actividad que desarrolló en las instituciones públicas.

“Valoro muchísimo lo público, pero soy consciente de que, como no hagamos una reforma absoluta y demos una vuelta a la administración, que la convirtamos en que sea realmente una administración de todos y para todos, pues cada vez el ciudadano se aleja más de lo público”, señala en una entrevista con EFE.

Para Carmena, es “urgente” legislar para acabar con la burocracia. “Me he pasado toda mi vida intentando hablar de legislar, de evaluar las leyes y de que tengan una participación directa ciudadana. Tengo 81 años y no tengo mucho tiempo que perder. Yo creo que yo no voy a poder hacerlo, pero sí quiero dejar como un legado, primero, la preocupación por hacerlo y, lo que es más importante, que se puede hacer cuando se quiere”.

Invita a la izquierda a situarse por encima de las etiquetas

Manuela Carmena posa durante una entrevista con EFE. EFE/Zipi Aragón

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, es “un punto y aparte”, según Carmena. “Yo ya no sé si es extrema derecha o realmente es un sujeto muy singular. No soy capaz de evaluarlo. El que haya una reacción tan grande en contra de sus políticas, no solamente desde las izquierdas centrales o las izquierdas radicales, parece indicar que es difícil ubicarlo exclusivamente la extrema derecha”, expone.

En su opinión, el auge de la extrema derecha es “una prueba más de que la democracia ha desilusionado”. “Hay que reforzar la democracia, porque, incomprensiblemente, al no haberla actualizado, al no haberla hecho a la medida que necesita el ciudadano, ha producido decepción, entre la gente joven sobre todo”, recalca.

Desde su punto de vista, “la izquierda se ha desdibujado”. Argumenta que la izquierda surgió a finales del siglo XIX y principios del siglo XX por la necesidad de la clase obrera de tener de tener una voz política fuerte, pero “hoy en día la clase obrera se ha desdibujado como tal y ha desdibujado también a la izquierda”.

Invita a la izquierda a reflexionar sobre la necesidad de “quitar la etiqueta”. “Estamos en un momento en el que las etiquetas nos están compartimentando a todos y a mí me gustaría una muchísimo más amplia, que sería la de la profundización en la democracia y en el progreso”, afirma.

En sus cuatro años “apasionantes” al frente de la Alcaldía de Madrid, asegura, se dio cuenta de que el diálogo político está “desenfocado” y “está llevando a tener una visión muy negativa de la política”.

A su juicio, el diálogo político, que “debe ser una constante interrelación entre ciudadanos y políticos”, está sustituido por “un afán terrible” y “una rivalidad ridícula” convirtiéndose “casi en un diálogo de marionetas de muy poco rigor intelectual” en el que “el que está en el poder quiere quedarse” y “el que no está en el poder está empeñado en acabar con el otro”.

Carmena reconoce que, cuando estaba en la judicatura, pensaba que sería bueno que gente que trabajaba por los intereses de todos en la sociedad civil pudiera incorporarse a la política, pero luego se dio cuenta de que “el activismo, a veces, está tan alejado de la realidad política a la que se enfrenta que genera poca elasticidad y poca capacidad de gestión” como representante de los ciudadanos, cuando “forzosamente” tiene que situarse “muy por encima de su etiqueta y muy a favor de todos”.

Se muestra convencida de que, si la hubieran conocido bien, no la habrían propuesto como candidata a la Alcaldía de Madrid. “Yo creo que ellos pensaban que yo era una persona de izquierdas, pero no me conocían lo suficiente. Me parece a mí que no pensaban ellos que yo iba a ser independiente”, desliza.

No quiere “juzgar” la política del actual alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, por “respeto institucional”, aunque considera que “debería ser más independiente de su partido político” y lamenta que la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, tenga “un discurso agresivo y de confrontación en el que desprecia mucho” a los que no piensan como ella.