Ottawa, 29 abr (EFE).- El primer ministro de Canadá, y ganador de las elecciones legislativas del lunes, Mark Carney, prometió que gobernará “con todos los partidos y todos los territorios y la sociedad civil”, en un mensaje pensado para reforzar la unidad nacional.
Antes de conocerse los resultados definitivos de las elecciones y cuando ya se da por hecho que gobernará en minoría, Carney repitió la idea de que el presidente estadounidense, Donald Trump, “quiere rompernos, pero eso no sucederá nunca jamás”, proclamó entre aplausos de sus simpatizantes que lo esperaron durante horas para celebrar las elecciones.
“Estados Unidos quiere nuestra tierra, nuestros recursos, nuestra agua, nuestro país, y no son amenazas gratuitas. El presidente Trump quiere quebrarnos para poseernos. Y eso no pasará, nunca jamás pasará”, proclamó.
“Estamos ante una nueva realidad, hemos superado el shock de la traición americana. Pero nunca deberíamos olvidar la lección: debemos cuidarnos a nosotros mismos, y sobre todo, cuidar los unos a los otros”, añadió.
Y en este sentido, anunció que se sentará a negociar con el presidente Trump como lo hacen “dos naciones soberanas”, pero añadió que Canadá “tiene muchas, muchas otras opciones que los EE.UU. para lograr la prosperidad”.
Carney compareció ante sus simpatizantes vestido con un traje azul y corbata, y no mostró una gran euforia, porque los resultados habían quedado por debajo de sus expectativas, pero el entusiasmo lo pusieron sus simpatizantes que habían aguantado durante horas hasta la aparición de su líder.
Uno de sus mensajes más importantes fue a los votantes de Quebec, cuyo apoyo en detrimento del soberanista Bloque Quebequés (BQ) ha sido decisivo para garantizar la victoria del Partido Liberal.
“Durante esta campaña, los quebequeses me abrieron sus puertas y me dieron su confianza. Y estoy profundamente conmovido y por eso quiero daros las gracias”, explicó en francés.
Carney proclamó que “la lengua francesa y la cultura quebequesa definen a este país, y yo voy a defenderla sin descanso”, dijo, y prometió que trabajará por construir un país próspero junto a sus diputados quebequeses.
Prometió que gobernará “para todos los canadienses” porque “es hora de poner fin a las divisiones y los rencores del pasado”.
Y en una alusión a la acuciante falta de vivienda, prometió “construir muchísimas casas cada año con una industria de la vivienda enteramente nueva que usará tecnología canadiense, trabajadores cualificados canadienses y madera canadiense”, además de prometer relanzar la industria del país en general.