Carolina Herrera rinde homenaje al Madrid castizo con diseños para una mujer global

Desfile de la firma Carolina Herrera en el marco de la Mercedes-Benz Madrid Fashion Week, que presenta su colección primavera-verano 2026, este jueves en la Plaza Mayor de Madrid. EFE/ Daniel González

Inmaculada Tapia

Desfile de la firma Carolina Herrera en el marco de la Mercedes-Benz Madrid Fashion Week, que presenta su colección primavera-verano 2026, este jueves en la Plaza Mayor de Madrid. EFE/ Daniel González

Madrid, 18 sep (EFE).- La modelo española Miriam Sánchez ha sido la encargada de abrir el desfile de la colección de ‘Primavera 26’, de Carolina Herrera, en la Plaza Mayor de Madrid, con el que Wes Gordon, su director creativo, ha querido escribir una carta de amor a la ciudad que describe como un lugar lleno de contrastes, con carácter y muy bello.

Desfile de la firma Carolina Herrera en el marco de la Mercedes-Benz Madrid Fashion Week, que presenta su colección primavera-verano 2026, este jueves en la Plaza Mayor de Madrid. EFE/ Daniel González

Es la primera vez que la firma muestra una colección principal fuera de Nueva York y la tercera presentación internacional, tras Río de Janeiro y México, en sus 44 años de historia.

La vinculación de la fundadora de la firma, Carolina Herrera, y su familia a España, en especial de su hija Carolina Adriana, donde vive junto a sus hijos, ha pesado para tomar la decisión de hacer este desfile en pleno Madrid de los Austrias -sin olvidar que la marca forma parte del grupo español Puig.

La plaza ha acogido desde festejos populares a coronaciones, corridas de toros y beatificaciones, pero nunca hasta ahora un desfile, lo que ha desencadenado el interés de curiosos y turistas que se han sentado en las terrazas de la plaza a contemplar una pasarela de lujo en primera fila.

Otros aparecían en los balcones, buhardillas e incluso en los tejados de los edificios y tampoco faltaban los que se pegaban a las vallas que circundaban la zona acotada.

Un lugar del que Gordon se ha enamorado y ha transformado con cenadores rosa palo, donde ha sentado a los invitados que no han dudado en cantar las canciones, todas en español, que han sonado durante el desfile.

Modelos españolas internacionales como Esther Cañadas, Blanca Padilla o Maika Merino han desfilado por una pasarela de más de un kilómetro, con diseños que reflejan el Madrid más castizo y el buen hacer de sus artesanos para una mujer global.

«Madrid siempre ha sido una de mis ciudades favoritas del mundo, rica en historia, arte y cultura», ha dicho el creador, al que ha inspirado el ritmo de la ciudad, su apetito por la vida, su energía que «conecta profundamente con la mujer Herrera».

La colección rinde tributo a mujeres como Paloma Picasso o Cayetana Fitz-James Stuart, duquesa de Alba, figuras que encarnan, para el creador, dramatismo y modernidad.

Las modelos han recorrido la zona central de la plaza con diseños que contenían tres motivos florales distintivos de Madrid: el clavel, bordado en hilo y ‘jacquards’; la violeta, que hace referencia a los caramelos típicos con bordados tridimensionales; y la rosa del Retiro, cultivada en la histórica Rosaleda del parque.

Gordon ha querido plasmar sobre los textiles la paleta de los cielos de Goya y la intensidad cromática de las películas de Almodóvar, en un juego donde los tonos azafrán suben al rojo Herrera hasta llegar al burdeos; no falta el rosa eléctrico del atardecer intenso de Madrid; el lila violeta, el blanco puro y el negro como el espectacular vestido con el que ha dado inicio el desfile.

No podían faltar las referencias taurinas en diseños con caderas que evocaban la montera de los toreros y pantalones entallados que recordaban al pantalón goyesco.

Gordon tampoco se olvida del Madrid más castizo en mangas inspiradas en los vestidos de chulapa con hombros marcados, cinturas ceñidas y faldas con volantes reinterpretadas en clave Herrera.

La colección ha resultado ser una auténtica loa a la ciudad también en sus texturas, donde la lana incorpora cuadros que remiten al empedrado de la Plaza Mayor; los encajes ligeros recuerdan las mantillas de las tiendas de la misma plaza, mientras que los bordados de rejilla de lúrex evocan las celosías de sus ventanas.

La firma no cede a su pasión por los lunares, un código muy personal en cada colección en vestidos con volantes de líneas escultóricas.

Como en otras ocasiones, cuando Carolina Herrera desfila fuera de la Gran Manzana, enriquece su propuesta con colaboraciones especiales de artesanos locales, que en este caso han puesto en valor la artesanía española.

Ha sido el caso de Sybilla, que ha aportado su sensibilidad vanguardista en tres vestidos que engarzan con el adn de Carolina Herrera, a partir de su personal ‘hilo invisible’ y su particular manera de patronar.

Palomo ha reinterpretado la clásica camisa blanca de la firma, un icono, a la que ha incorporado cuellos con volantes y guiños a la sastrería ‘vintage’, en las que ha mezclado su romanticismo con las líneas depuradas de la firma.

Capas Seseña, un clásico de la historia de Madrid, fundada en 1901, ha realizado un homenaje al dandismo y al estilo de Reinaldo Herrera, esposo de Carolina fallecido en marzo de este año, una prenda que siempre le gustó lucir al matrimonio Herrera.

Andrés Gallardo, un maestro de la joyería en porcelana, ha elaborado broches, pendientes y colgantes inspirados en el clavel, la flor de los castizos de San Isidro, donde predominaban las perlas; mientras que la firma Levens especializada en joyas de vidrio de formas orgánicas ha adornado varios ‘looks’ con pétalos y gotas de agua.

El día ha terminado con una fiesta en la que la firma ha presentado su nuevo perfume ‘La Bomba’, del que es imagen la modelo Vittoria Ceretti.