Casa Paco: tradición centenaria con frescura moderna en el corazón de Pamplona

Casa Paco

Desde que Blanca y Omar asumieron el timón, Casa Paco —establecimiento centenario del Rincón de San Nicolás— mantiene su esencia tradicional mientras introduce detalles modernos en la cocina, conquistando tanto a clientes veteranos como nuevos públicos –descubre cómo lo logran–.

Fachada de Casa Paco, bar centenario en Pamplona.

Fundado en 1908, Casa Paco ha vivido más de un siglo como punto de encuentro para quienes valoran el sabor de siempre. Hoy, este clásico pamplonés afronta una nueva etapa de la mano de Blanca y Omar. La historia reciente comienza cuando Celia, una de las anteriores propietarias, decide tomar un camino distinto y propone a Blanca —quien ya llevaba más de tres años como encargada— unirse a Omar en la gestión. Blanca aceptó la propuesta, dando forma a una sociedad basada en conocimiento interno, experiencia y pasión por el oficio.

Blanca ha trabajado en hostelería desde los 16 años. Su trayectoria incluye diez años en el Bar Ulzama (también en San Nicolás) y más de tres como alma del servicio en Casa Paco. Su formación en otras áreas no le impidió volver siempre a la barra y la cocina, porque —como ella misma dice— “la hostelería es mi pasión”.

La cocina de Casa Paco sigue centrada en lo tradicional, con protagonismo para la casquería. Entre los platos estrella están el rabo de toro, las manitas de cerdo (ahora deshuesadas y crujientes en vez de en salsa verde), los callos, las lechezuelas, el ajoarriero y unas albóndigas caseras que triunfan todo el año, especialmente en formato bocadillo durante San Fermín.

Pero también hay hueco para una evolución ligera: ensaladas más frescas y presentaciones mejoradas dan un giro sutil al menú del día, sin alterar su esencia. Este toque moderno ha sido bien recibido por una clientela que valora tanto el sabor como el mimo en los detalles.

Interior de Casa Paco, donde tradición y calidez conviven en cada rincón.

“Casa Paco no solo conserva sabores del pasado, los actualiza para que sigan latiendo en el presente.”

El funcionamiento del local es ágil y bien coordinado. Hay una jefa de cocina, y Blanca y Omar reparten su presencia entre la mañana y la tarde, junto a un equipo de cuatro personas. La cocina permanece abierta todo el día, una rareza muy valorada por los clientes. A partir de las 16:00–16:30 h, se cambia del menú a la carta, lo que permite atender tanto almuerzos como cenas sin interrupción.

El público habitual es fiel y diverso: desde cuadrillas de jubilados que almuerzan a las 10:00 h con platos de rabo, huevos con magras o chistorra, hasta grupos de amigos o comensales de confianza que reservan mesa cada fin de semana. La cocina, especializada en almuerzos potentes, comidas tradicionales y cenas informales, se adapta a todos los ritmos.

Uno de los mayores retos ha sido mantener el nivel que el público espera de un bar con tanta historia. Además de gestionar el día a día, Blanca y Omar han asumido desafíos como participar en la Semana del Pincho o en concursos gastronómicos, sumando ese esfuerzo a su ya intenso ritmo de trabajo.

Casa Paco, premiado por su participación en eventos gastronómicos de Navarra.

La comunidad local ha acogido con entusiasmo los pequeños cambios. Blanca asegura que los clientes habituales les han felicitado por mejorar el menú sin tocar la carta y por introducir mejoras visibles sin romper la identidad del bar.

Entre sus planes a corto plazo, Blanca y Omar contemplan pequeñas mejoras en el interior del local para seguir adaptándolo a sus necesidades diarias, siempre respetando la estética y el carácter original del bar. Pero donde realmente quieren volcarse es en su participación en eventos gastronómicos de la ciudad. Les ilusiona formar parte activa de rutas del pincho, certámenes como el concurso de la croqueta o la cazuela, y otros encuentros donde puedan mostrar el alma de su cocina. Saben que estas citas no solo aportan visibilidad, sino que son una forma de reivindicar la cocina tradicional bien hecha y con identidad propia. Eso sí, siempre con los pies en el suelo y priorizando el servicio diario que ha convertido a Casa Paco en un lugar de confianza para su clientela.

Reconocimientos en la pared de Casa Paco: testimonio de una cocina con historia y calidad.

Al combinar centenaria tradición con toques de frescura contemporánea, Casa Paco, bajo el liderazgo de Blanca y Omar, no solo mantiene su lugar en el corazón de Pamplona, sino que enseña cómo una historia familiar puede seguir viva, adaptándose de forma inteligente sin perder su esencia auténtica ni su conexión con la comunidad local.