León, 29 sep (EFE).- El consejero de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha valorado que el hecho de que el oso pardo esté bajando a los núcleos urbanos de la comarca de Laciana, en León, es señal de que la población de este animal “se está recuperando”.
“Debemos felicitarnos porque una especie que estaba en peligro de extinción en la zona cantábrica se haya recuperado a través de programas en los que hemos trabajado Asturias, Cantabria y Castilla y León”, ha añadido al ser preguntado por la preocupación vecinal de la zona en torno a distintos ataques de oso que se han registrado en las últimas semanas.
Los ganaderos de la comarca de Laciana han denunciado en los últimos días que es frecuente ver a los osos en los núcleos urbanos de distintos pueblos y han asegurado que los ataques al ganado, incluso al estabulado, se producen cada noche.
“Lo que hay que decir es, primero, que es una buena noticia que el oso se acerque a poblaciones, porque eso significa que hay mucha más población, pero sí que hay que matizar, vigilar y manejar bien la situación”, ha afirmado.
«El aumento de la población osera tiene mucho interés desde el punto de vista ecológico y medioambiental aunque conlleva consecuencias y es que efectivamente se acerca a poblaciones, se acerca a los contenedores, se acerca a los árboles frutales de las huertas y se acerca a lugares a los que no debería acercarse», ha dicho.
A este respecto ha recordado que la Junta de Castilla y León cuenta con un protocolo “a disposición de cualquier persona que vea un oso cerca o acercándose a una población”.
“Lo que tienen que hacer es llamar al 112, que inmediatamente moviliza a la patrulla oso, y en muy poco tiempo se persona en el lugar “, ha dicho.
El consejero ha agradecido a la población “la paciencia que tiene y el hecho de que maneje bien la situación” y ha pedido que nadie “obre por su cuenta”.