Barcelona, 14 may (EFE).- La Generalitat de Cataluña ha abierto una investigación para revisar su actuación en el caso de la niña de 12 años violada por una red de pederastas entre 2020 y 2021, cuando vivía en un centro de menores bajo la custodia de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA).
El Departamento de Derechos Sociales e Inclusión de la Generalitat ha anunciado este miércoles que abre un expediente informativo tras salir a la luz que esta red de pederastas, liderada por un electricista para quien la Fiscalía pide 107 años de cárcel, violó reiteradamente a la menor en un piso de Barcelona al que ella acudía tras fugarse del centro de la DGAIA donde vivía.
El juzgado investiga a otros 11 hombres a los que el electricista y principal acusado ofreció a la menor a través de redes sociales para que también la agredieran sexualmente en el mismo piso de la ciudad condal.
De hecho, fueron los educadores del centro los que detectaron que la menor podía ser víctima de agresiones sexuales, activaron los protocolos correspondientes e instaron al padre -que seguía siendo el tutor legal de la víctima- a presentar denuncia.
Las conclusiones del expediente informativo las dará a conocer en la consellera de Asuntos Sociales, Mònica Martínez Bravo, en el Parlament catalán.
La trama suma 16 investigados
En paralelo a la investigación de la Generalitat, el titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Barcelona mantiene tres causas abiertas sobre la red de pederastia en la que permanecen imputados 16 hombres, tanto acusados de agredir sexualmente a la menor como de participar en la elaboración de pornografía infantil con los vídeos de los abusos, de los cuales solo dos están en prisión preventiva.
Entre los que están encarcelados figura el cabecilla de la red, quien, además de violar reiteradamente a la menor, organizaba encuentros para que otros investigados la agredieran también sexualmente, lo que grababa con cámaras ocultas para después difundir las imágenes.
Por ese motivo, el juzgado abrió una segunda causa en la que investiga a 11 personas -nueve de los cuales están en libertad provisional- por las agresiones sexuales a la menor tutelada y a otro adolescente organizadas por el electricista, quien también está imputado en esta pieza.
Los indicios recabados en esas dos causas y el volcado de los teléfonos móviles permitieron abrir otra línea de investigación sobre otro tipo de encuentros sexuales con adolescentes que organizaba el cabecilla de la red y que también grababa con teléfono o cámaras ocultas, pieza en la que permanecen seis personas investigadas.
Según han señalado a EFE fuentes jurídicas, la mayoría de los menores identificados en esta tercera causa tenían más de 16 años y no eran vulnerables, con lo que ya podían consentir las relaciones. Por ese motivo, es posible que a los seis investigados no se les pueda juzgar por agresión sexual, aunque sí por su papel en la elaboración de pornografía infantil.
Los acusados, con pareja estable e hijos pequeños
De hecho, a cinco de los investigados les han sido abiertas nuevas causas, de forma individual para cada uno, después de que los investigadores encontraran pornografía infantil en sus dispositivos correspondiente a hechos distintos de los que investiga el juzgado.
El sumario del caso permite trazar el perfil de los implicados en la red de pederastia: varios de ellos son hombres con trabajo y pareja estable e incluso con hijos pequeños.
Según se desprende de varios autos de la Audiencia de Barcelona, uno de los acusados estaba al cuidado de un recién nacido cuando empezó a ser investigado, otro tenía un niño de ocho meses y un tercero, otro de poco más de un año.