San José, 14 ago (EFE).- El nicaragüense Josué González fue uno de los devotos católicos que este jueves participaron en la tradicional ‘Gritería Chiquita’, una fiesta religiosa popular con la que se conmemora una romería organizada en 1947 por el entonces obispo Isidro Oviedo y Reyes para rogar a la Asunción de María que detuviera una violenta erupción del volcán Cerro Negro, en el noroeste de Nicaragua.
«Siempre le pido a la virgen (Asunción de María) por más trabajo, salud y por mi familia”, dijo a EFE un emocionado Josué González, mientras sostenía una imagen en sus brazos en el atrio de la Catedral de León.
La llamada ‘Gritería Chiquita’ es popular entre los fieles católicos de la ciudad nicaragüense de León, quienes consideran que fue un milagro el cese de la erupción hace 78 años del volcán Cerro Negro, de 728 metros de altura y uno de los más activos de Nicaragua.
Desde entonces, como este jueves, miles de nicaragüenses salen a las calles de León, 90 kilómetros al noroeste de Managua, para dedicar cantos y rezos de agradecimiento a la Asunción de María en cada altar religioso que encuentran en su camino, y a cambio, reciben regalos de los dueños del sagrario que en su mayoría consisten en dulces, frutas o alimentos.
La fiesta mariana se inició con el característico grito de «¡¿Quién causa tanta alegría?!» del obispo de la diócesis de León y Chinandega, Socrates René Sándigo, desde el altar mayor de la Catedral de León, y la consiguiente respuesta de los feligreses: «¡La Asunción de María!».
El eco de ese grito dio paso a un recorrido marcado por cantos, rezos y la entrega de dulces, frutas y comidas típicas.
Entre las expresiones culturales nicaragüenses sobresalieron el tradicional baile de ‘La Gigantona y el Enano Cabezón’, protagonizado por personajes que encarnan a una mujer de unos tres metros de altura o más, y su pareja, un pequeño varón con una cabeza desproporcionadamente grande para su tamaño y cuerpo, que danzan al son de tambores y se detienen cada vez que un pregonero suelta una «bomba», es decir, una noticia que ridiculiza a alguien conocido.
La virgen María es venerada en Nicaragua

Las calles de León también fueron tomadas por los ‘toros encuetados’, como se le conoce a hombres vestidos con traje en forma de toro, que cuentan con un arsenal de fuegos artificiales, y corren por las vías tirando llamas, que provocaron carreras y carcajadas entre los asistentes.
La Real e Insigne Basílica Catedral de la Asunción, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, también fue el epicentro de un espectáculo de luces que iluminó su fachada y cerró la jornada con un ambiente festivo y devocional.
La ‘Gritería Chiquita’ o ‘Gritería de Penitencia’ recuerda ese suceso ocurrido hace 78 años, y que los habitantes leoneses consideran milagroso, como fue el fin de una de las erupciones más fuertes en la historia del volcán Cerro Negro, ubicado a unos 20 kilómetros de León, que lo atribuyeron a la peregrinación y a las plegarias realizadas a la Asunción de María.
La fiesta religiosa leonesa también atrae a cientos de nicaragüenses que llegan desde diferentes ciudades del país centroamericano, incluso a turistas de otras nacionalidades, según constató EFE.
La virgen María es una de las figuras más veneradas en Nicaragua, donde el 58,5 % afirma profesar la religión católica.
Para Josué González, que en diciembre próximo celebrará a la Inmaculada Concepción de María, es también una promesa cumplida y la oportunidad de agradecer por los favores recibidos.
