Enric Sitjà Rusiñol
Barcelona, 14 sep (EFE).- La directora del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc), Margarita Cuéllar, advierte en una entrevista con EFE de que la «pérdida» del hábito de leer implica perder «la posibilidad de exigir» derechos.
«El derecho a la lectura es un derecho básico, fundamental, un derecho de derechos», sostiene Cuéllar, que cree que «hablar de la pérdida de la lectura es hablar de una pérdida de la posibilidad de exigir un derecho».
La autora colombiana, participante del Forum Edita celebrado esta semana en Barcelona, remarca la importancia de los llamados derechos culturales y explica que, en América Latina y el Caribe, «siete de cada 10 niños a la edad de 10 años no comprenden lo que leen», a modo de un cierto «analfabetismo ilustrado», concepto acuñado por la filósofa catalana Marina Garcés.
«Esto es muy significativo, elocuente», opina Cuéllar, de una zona «en la que hay una pobreza económica muy grande, pero también una pobreza cultural enorme o un capital cultural que no ha sido prioridad de los gobiernos».
«Disparidad» de políticas lectoras
De hecho, la directora del Cerlalc, organización intergubernamental auspiciada por la Unesco que trabaja por crear condiciones para el desarrollo de sociedades lectoras y escritoras, radiografía una «gran disparidad» entre los países de Latinoamérica en materia de políticas de lectura.
«No es coincidencia que los países que tengan más políticas de lectura fuertes sean los mercados más fuertes, como Argentina, México, Colombia o Brasil», contextualiza.
Para lograr nuevas y mejoradas políticas de lectura en Latinoamérica y el Caribe, Cuéllar receta «comparación, análisis y acercamiento a las comunidades» originarias, así como un «trabajo sostenido en el tiempo» e ir «uno a uno» con los países de la región.
Asimismo, subraya la importancia de las políticas regionales o locales, que pueden ser «más efectivas» que medidas a escala estatal porque alcanzan territorios más pequeños, «en los que se tiene mayor contención de lo que ocurre».
Cuéllar, que es graduada en Literatura por la Universidad de los Andes y tiene una maestría en Estudios de Cine por la New York University, reconoce la tarea del gobierno español en el ámbito de la lectura y celebra el Plan de Derechos Culturales presentado en julio por el Ministerio de Cultura, que tilda de «ejemplo global de lo que debería ser una política de reconocimiento a la diversidad cultural».
«Pensar en colectivo» para regular la IA
La directora del Cerlalc se muestra preocupada por la «falta de regulación» de la Inteligencia Artificial (IA) en América Latina, algo que «puede generar rupturas sociales y culturales».
«Es urgente que los gobiernos entablen diálogos de cooperación. (…) Deberíamos empezar a pensarnos más en colectivo en la regulación de esas herramientas», recomienda.
Si bien reconoce aspectos «muy poderosos» de la IA, Cuéllar se pregunta qué «voces» y mercados «va a privilegiar» si genera literatura.
«En Latinoamérica hay una ebullición de espacios digitales independientes que dan voz a mujeres afro e indígenas», detalla, aunque avisa de que «no podemos competir con un mercado que está dominado por el tecnofeudalismo», en el que «unos pocos tienen el poder de mover esas literaturas a costa de las pequeñas que no pueden».