Barcelona, 7 may (EFE).- El maravilloso viaje del Barcelona de Hansi Flick en la Liga de Campeones de la temporada 2024-25, interrumpido en las semifinales por un hipercompetitivo Inter de Milán (7-6 en el global de la eliminatoria), confirma el regreso a la élite europea del club azulgrana, a pesar de una cruel eliminación que evidencia el margen de mejora de la joven plantilla barcelonista.
Estas son las claves del final de trayecto del Barcelona en la presente edición de la ‘Champions’:
1. Regreso a la aristocracia europea por todo lo alto
Hacía seis años que el Barcelona no disputaba unas semifinales de la máxima competición europea. La última vez fue en 2019, ante el Liverpool, en una eliminatoria de aciago recuerdo para los barcelonistas en la que el equipo capitaneado por el argentino Lionel Messi dejó escapar en Anfield (4-0) la ventaja de tres goles que consiguió en la ida.
Tras más de un lustro encadenando una decepción tras otra en la máxima competición europea, llegó el alemán Hansi Flick con su ‘rock & roll’ trepidante para dar al Barça ese plus que le faltaba para volver a sentarse en la mesa de los mejores equipos del viejo continente.
Lo demostró en la fase liga -el Barça terminó segundo- y en las eliminatorias con un fútbol vistoso, muy ofensivo, aunque en algunos momentos algo temerario, del que los barcelonistas vuelven a sentirse orgullosos.
2. Lamine Yamal, la confirmación de una estrella mundial
La eliminatoria de semifinales contra el Inter de Milán será recordada por la eclosión definitiva de Lamine Yamal Nasraoui Ebana, que con tan solo 17 años fue una pesadilla para la defensa interista. En la ida (3-3), se echó el equipo a la espalda cuando el partido se puso feo y marcó un gol digno de Messi, mientras que en el Giuseppe Meazza el palo y la sobresaliente actuación de Yann Sommer frustraron un final feliz para una actuación global colosal.
Los datos de BeSoccer Pro para la Agencia EFE confirman la eliminatoria monumental que completó el futbolista de Mataró. Y es que en el Giuseppe Meazza alcanzó el récord de regates intentados (29) y regates completados (19) en las últimas diez semifinales de la competición.
Su calidad no ha pasado desapercibida para su propio entrenador -“es un genio”, ha repetido Flick- ni para el técnico rival, Simone Inzaghi, que reconoció que no había visto a un jugador como Lamine Yamal “en los últimos 8 o 9 años”. Tras esta eliminatoria, su nombre emerge entre los favoritos para llevarse el Balón de Oro.
3. Una base sólida y joven para volverlo a intentar
El ‘Dream teen’ del Barça ha sido el cuarto equipo más joven de la presente edición de la Liga de Campeones con una edad media de 23,7 años, según los datos de BeSoccer Pro.
La mezcla entre jóvenes como Pau Cubarsí, Lamine Yamal o Pedro González ‘Pedri, futbolistas de mediana edad hambrientos de éxitos como Raphael Dias ‘Raphinha’ o Jules Kounde, y veteranos de la talla de Iñigo Martínez o Robert Lewandowski ha encajado a la perfección con el plan de Flick, que tras la eliminación consumada en San Siro subrayó que el Barça lo volverá a intentar el curso que viene.
Y sus pupilos lo harán con el poso de experiencia que da haber completado una ‘Champions’ en la que han goleado a gigantes europeos como el Bayern Múnich (4-1), han remontado partidos que parecían perdidos (4-5 frente al Benfica) y se han quedado a dos minutos de eliminar al Inter, un rival repleto de veteranos diseñado para jugar la final de la máxima competición europea.
4. Los detalles que penalizan en la ‘Champions’
Dice el refranero futbolístico popular que el éxito en la ‘Champions’ “se decide por pequeños detalles”. Que con su actuación tanto en la ida (8 paradas) como en la vuelta (7) Yann Sommer se haya situado en el ‘top-10’ de porteros con más atajadas en unas semifinales de las últimas ediciones de la competición era algo que el equipo de Flick no podía controlar.
Tampoco podían hacer nada los futbolistas azulgranas, más allá de protestar al colegiado Szymon Marciniak, cuando todas las decisiones arbitrales dudosas se decantaron a favor del equipo interista en el partido de vuelta.
Pero sí que tuvo en su mano el Barcelona parar el partido, tirando de la veteranía que no goza, cuando en el minuto 88 Raphinha dio la vuelta al marcador (2-3). El equipo de Flick, fiel a su estilo, buscó el cuarto con un disparo de Lamine Yamal escupido por el poste. Y en la jugada siguiente le faltó contundencia, tanto a Gerard Martín como a Ronald Araujo -que también salió retratado en el cuarto gol-, para evitar la diana de Acerbi (min.93) con la que el Inter forzó la prórroga.
5. El desequilibrio entre la exuberancia ofensiva y el descontrol defensivo
El Barça ha cerrado la presente edición de la Champions siendo el equipo más goleador con 43 tantos en 16 partidos, unos registros que contrastan con las cifras de goles encajados (24), siendo este el peor dato del equipo azulgrana en la máxima competición europea al superar los 23 tantos recibidos en la temporada 2000-01. Antes de las semifinales, el Barça había encajado una media de 1,42 goles por partido. Tras los siete tantos marcados por el Inter, el promedio aumentó notablemente y se situó en los 1,71 goles.
Estos datos de BeSoccer Pro demuestran que, con su planteamiento descaradamente ofensivo, el conjunto azulgrana se expone mucho en defensa, algo de lo que se han aprovechado equipos punteros como el Inter de Milán y el Borussia Dortmund en la vuelta de cuartos de final (3-1).
Además, los errores individuales en la zaga y actuaciones terrenales de Wojciech Szczęsny bajo palos han dejado sin billete para Múnich a uno de los equipos más divertidos de ver jugar en el viejo continente.
Víctor Martí