Chamanes peruanos llaman con rituales a la paz y hermandad entre Colombia y Perú

Un chaman peruano participa en una ceremonia este lunes, en el cerro San Cristóbal en Lima (Perú). EFE/ Paolo Aguilar
Lima, 11 ago (EFE).- Chamanes y curanderos de distintas partes de Perú se reunieron este lunes para desarrollar conjuntamente diversos rituales a favor de la paz y hermandad entre Colombia y Perú, en plena tensión diplomática de ambos países después de que el presidente colombiano, Gustavo Petro, reclame una isla peruana en mitad del río Amazonas, ubicada en la triple frontera con Brasil.
Chamanes peruanos sostienen carteles con la imagen del presidente de Colombia, Gustavo Petro, y la presidenta de Perú, Dina Boluarte, durante una ceremonia este lunes, en el cerro San Cristóbal en Lima (Perú). EFE/ Paolo Aguilar
Llegados desde el norte, centro y sur de Perú, el punto de concentración elegido por estos chamanes fue el cerro San Cristóbal, en pleno corazón de la capital Lima, considerado la montaña tutelar de la ciudad y principal ‘apu’ (deidad) de la zona por las civilizaciones prehispánicas que habitaron en sus alrededores.
Chamanes peruanos sostienen carteles con la imagen del presidente de Colombia, Gustavo Petro, y la presidenta de Perú, Dina Boluarte, durante una ceremonia este lunes, en el cerro San Cristóbal en Lima (Perú). EFE/ Paolo Aguilar
“Hemos tomado el ayahuasca en la noche y hemos visualizado que va a haber paz y tranquilidad, aunque se va a encender un poco más”, explicó el chamán Cleofé Sedano, originario de la región amazónica de Loreto, la más grande de Perú, en la que se encuentra el municipio de Santa Rosa de Loreto, lugar de la controversia. Petro ha acusado a las autoridades peruanas de apropiarse supuestamente de Santa Rosa de Loreto al elevarla a la categoría de municipio, una población de unos 2.500 habitantes que desde sus inicios hace más de 50 años ha estado administrada por el Estado peruano. Esta población se encuentra en una isla del río Amazonas frente a la ciudad colombiana de Leticia, que junto a la brasileña Tabatinga conforman la triple frontera amazónica de estos tres países. Para Petro, Santa Rosa debería pertenecer a Colombia al considerar que es supuestamente una isla surgida después del tratado de 1922 que definió la frontera amazónica entre ambos países y de la comisión de 1929 que asignó la soberanía sobre las islas fluviales de la zona. En cambio, el Gobierno de Perú sostiene que su soberanía sobre Santa Rosa está fuera de toda discusión por ser parte de la isla Chinería, que ya le fue asignada en 1929, y encontrarse en el lado peruano de la línea de frontera demarcada en 1922. El chamán Sedano, rodeado de otros chamanes y curanderos de aspecto místico y ataviados con túnicas y todo tipo de amuletos, oficiaron un ritual en pro de la hermandad entre naciones. Apoyados con fotografías de Petro y de su homóloga peruana, Dina Boluarte, los chamanes volcaron flores, frutos, chicha y aromas de palo santo sobre las banderas e impresiones de ambos mandatarios, acompañados de cánticos, instrumentos y el reclamo «que haya paz”. “Lo que no queremos es que esta persona de carácter autoritario pueda de repente originar una guerra y perjudicar a los hermanos peruanos, como también a los hermanos de Colombia», explicó el chamán Miguel de los Santos en referencia al presidente colombiano, “ Freno a una tercera Guerra Mundial El rito se hizo extensivo al resto de conflictos alrededor del mundo con el objetivo de que no devengan en una eventual tercera Guerra Mundial. Así, para alivianar las tensiones en Medio Oriente y, con imágenes de los presidentes de Autoridad Palestina, Mahmud Abás, y del presidente de Israel, Isaac Herzog, los presentes invocaron «que viva la paz para medio oriente, que no se haga la tercera guerra mundial”. Además, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Rusia, Vladímir Putin, recibieron su propio llamado, pidiéndole a este último que no “prosiga” la guerra en Ucrania; y al primero, “buscando siempre invadir y provocar”, que no trate de ser dominante en el mundo, sino que encuentren la paz. El rito finalizó con el vuelo de dos palomas y las imágenes de las presidencias latinoamericanas bajo el acero de dos espadas, un símbolo de protección, amparo, así como un bloqueo a la enemistad, guerra y conflicto.