China saca músculo tecnológico en su principal feria de IA ante la rivalidad con EE. UU.

China saca músculo estos días en uno de los terrenos en los que el gigante asiático se mide más ferozmente con EE. UU., el de la inteligencia artificial, en un congreso mundial en Shanghái en el que paradójicamente no está presente su mayor triunfo hasta el momento: DeepSeek. EFE/Víctor Escribano
Víctor Escribano
China saca músculo estos días en uno de los terrenos en los que el gigante asiático se mide más ferozmente con EE. UU., el de la inteligencia artificial, en un congreso mundial en Shanghái en el que paradójicamente no está presente su mayor triunfo hasta el momento: DeepSeek. EFE/Víctor Escribano
Shanghái (China), 28 jul (EFE).- China saca músculo estos días en uno de los terrenos en los que el gigante asiático se mide más ferozmente con EE.UU., el de la inteligencia artificial (IA), en un congreso mundial en Shanghái en el que paradójicamente no está presente su mayor triunfo hasta el momento: DeepSeek.
China saca músculo estos días en uno de los terrenos en los que el gigante asiático se mide más ferozmente con EE. UU., el de la inteligencia artificial, en un congreso mundial en Shanghái en el que paradójicamente no está presente su mayor triunfo hasta el momento: DeepSeek. EFE/Víctor Escribano
La Conferencia Mundial de Inteligencia Artificial (WAIC) arrancó este sábado apenas días después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciase su propio plan para mantener el liderazgo de su país en este sector cuyas puntas de lanza han sido OpenAI, desarrolladora de ChatGPT, o Google. Entre las más de 800 empresas asistentes destacan algunas de las tecnológicas más punteras del gigante asiático como Alibaba o Tencent, que precisamente posicionaron a sus respectivos modelos como grandes rivales de ChatGPT. También, importantes ausencias: la más destacada, la de DeepSeek, el último gran terremoto chino en la IA. Ni la empresa ni su fundador, Liang Wenfeng, aparecen en la agenda de la WAIC en un momento en el que el sector se pregunta por qué no ha lanzado un nuevo modelo después de acaparar titulares a nivel mundial con su R1, capaz de competir con los estadounidenses a un coste inferior. La prensa especializada ha achacado la situación al «perfeccionismo» de Liang -al que llegó a felicitar públicamente el presidente chino, Xi Jinping- o a los supuestos errores de ese nuevo modelo, el R2. También se ha especulado con que la empresa acusó las restricciones de EE.UU. a la venta de los chips H20 de Nvidia en China. Evitar un «monopolio tecnológico» Otro importante nombre que se echará de menos es el de Elon Musk: el jefe de Tesla y X -así como de xAI, desarrolladora del conocido modelo Grok- intervino en anteriores ceremonias de inauguración de este foro, tanto en persona como de manera remota, pero este año no pronunció discurso alguno. Quien sí lo hizo fue el primer ministro chino, Li Qiang, quien reclamó que la IA se convierta en un «bien público internacional que beneficie a toda la humanidad», algo para lo que propuso un plan de acción para la gobernanza global de esta tecnología y la creación de un organismo internacional que coordine los esfuerzos multilaterales en este ámbito. Y es que China busca evitar un «monopolio tecnológico» que convierta a la IA en un «coto exclusivo para un número reducido de países y empresas», indicó Li en velada referencia a Washington. Aparte de la ceremonia de apertura y de diversos foros, estos días se celebra en Shanghái una exposición en la que, según los organizadores, se pueden conocer más de 3.000 «productos punteros de IA» -entre ellos, 40 modelos, 50 terminales o 60 robots inteligentes- y presenciar el debut de más de un centenar de tecnologías. La gran estrella es la parte dedicada a robots industriales y, sobre todo, a los antropomorfos: prueba de ello es que los expositores con aparatos humanoides que bailan, sirven bebidas o mueven cajas de un sitio a otro están atestados de visitantes, cámara en ristre. Tampoco faltan los perros robot, paseando por los pasillos y saludando a quien se cruza en su camino. Una ventana al futuro Sin embargo, lo que más atención llama es el puesto de Unitree, uno de los grandes líderes de ese sector en China, donde sus robots -controlados, eso sí, por mandos a distancia- se suben a un cuadrilátero para luchar entre sí en combates de ‘kick-boxing’ o para partir tablillas de madera como si de una exhibición de artes marciales se tratara. Más allá del entretenimiento, el objetivo es demostrar las capacidades de movimiento de los robots, con vistas a que «en tres o cinco años» estos entren a trabajar en servicios públicos o industria para «hacerse cargo de tareas peligrosas y repetitivas», explica a EFE Yolanda Xie, representante de mercadotecnia de Unitree. Tras ello, «dentro de cinco o diez años», los robots humanoides «formarán parte de nuestra vida diaria» y se encargarán de tareas como «cuidar de nuestros ancianos», una cuestión cada vez más acuciante ante el rápido envejecimiento de muchas sociedades en el mundo, entre ellas la china. También atraen las miradas los populares servicios de IA generativa: Wang Zequn, gerente de producto de KlingAI, celebra que su servicio de imagen y vídeo permite ahorrar el «mucho tiempo y esfuerzo» que era necesario para crear efectos especiales hasta ahora. En su opinión, todavía es posible distinguir el vídeo y las imágenes generadas por IA de las reales, pero la «continua mejora» de los modelos deja un vaticinio tan esperanzador como inquietante: «En el futuro, el contenido generado por IA, ya sea metraje ‘real’ o efectos especiales, será indistinguible del real», asegura.