China se prepara para la llegada del Wutip, el tardío primer tifón de la temporada

Imagen de archivo. EFE/EPA/ALEX PLAVEVSKI

Pekín, 11 jun (EFE).- Las autoridades meteorológicas chinas activaron este miércoles una respuesta de emergencia de nivel IV ante la formación del tifón Wutip, el primero del año, que se ha desarrollado en el centro-oeste del mar de China Meridional tras más de dos meses de retraso respecto al inicio habitual de la temporada de tifones.

Según el Centro Meteorológico Nacional, se prevé que Wutip toque tierra entre la madrugada y la mañana del 13 de junio en el sur de la isla tropical de Hainan como tormenta tropical fuerte o tifón, con vientos de entre 25 y 33 metros por segundo (grados 10-12 en la escala de Beaufort).

Posteriormente, podría impactar de nuevo la noche del mismo día en la costa comprendida entre el oeste de la provincia de Cantón y la región Guangxi como tormenta tropical.

Entre las zonas afectadas por el fenómeno figuran el estrecho de Qiongzhou, el golfo de Tonkin y gran parte de las provincias costeras del sur del país, donde se esperan lluvias torrenciales y vientos intensos.

Las precipitaciones podrían alcanzar los 150 milímetros en áreas del centro y este de Hainan.

Las autoridades locales instaron a la población a reforzar puertas y ventanas, asegurar equipos exteriores y permanecer en interiores durante el paso del tifón.

Asimismo, se recordó que el aparente descanso tras el paso del ojo del ciclón no implica el fin del peligro, ya que los vientos retornan con fuerza desde dirección contraria poco después.

Expertos atribuyen el retraso en la formación de Wutip a un sistema de alta presión subtropical anómalo y a la tardía llegada del monzón de verano al mar de China Meridional, factores que han inhibido la convección tropical necesaria para el desarrollo de ciclones.

El año pasado, China fue golpeada por los tifones Yagi y Bebinca, dejando el primero un saldo de dos fallecidos a su paso por el sur del gigante asiático, y el segundo «daños significativos», según las autoridades locales, derribando más de 1.800 árboles y dejando a 30.000 hogares sin electricidad, además de la cancelación de cientos de vuelos en la métropolis oriental de Shanghái.