Ciudad de Panamá, 19 sep (EFE).- La transnacional Chiquita retomará sus exportaciones de banano en diciembre de este año como parte de su proceso de reactivación operativa de su producción en la provincia de Bocas del Toro, en Panamá, que cerró meses atrás por un conflicto sindical, informó este viernes el Ministerio de Comercio e Industrias (Mici).
El anuncio se dio durante un recorrido por sus plantaciones que realizaron autoridades nacionales y liderado por la cartera de Comercio, en el marco de un intercambio con los productores bocatoreños relacionado también con un posible acercamiento comercial con el Mercosur, señaló un comunicado del Mici.
“El regreso de Chiquita marca un paso fundamental para recuperar una exportación emblemática y generar nuevas oportunidades para la provincia”, afirmó el ministro de Comercio e Industrias, Julio Moltó, tras visitar la planta junto al gerente administrativo de Chiquita Corporations, Wagner Beig, quien reiteró que la empresa tiene previsto inversiones iniciales por 30 millones de dólares y la contratación de 3.000 trabajadores en esta primera etapa, según la nota oficial.
El directivo de Chiquita explicó igualmente que la segunda fase contempla la creación de 2.000 empleos adicionales, una vez se reanuden plenamente las operaciones de exportación, mientras Moltó apuntó que este proceso es el resultado de un trabajo coordinado del Gobierno Nacional, en conjunto con los ministerios de Trabajo y Desarrollo Agropecuario.
Chiquita Panamá explotaba miles de hectáreas en la provincia occidental de Bocas del Toro a través de una concesión, pero cerró el negocio luego de que el sindicato de la empresa, Sitraibana, inició en abril un paro que se prolongó unos dos meses en rechazo a una reforma a la seguridad social ya vigente.
La transnacional despidió a unos 6.500 trabajadores y reportó pérdidas por unos 75 millones de dólares por el paro sindical, que fue declarado ilegal por un tribunal de trabajo.
Chiquita regresa y va «a modernizar la producción bajo de un modelo que está dentro de la legislación panameña que se llama aparcería, que permite que la compañía ceda, sin traspasar de ninguna forma (la tierra), a colonos para producir» la fruta, explicó el 11 de septiembre pasado el titular de Comercio.
La transnacional se compromete «a comprar la fruta, regular su producción y apoyar» a los agricultores, «lo cual va a generar muchísimo más empleo en el área, todo bajo los estándares de Chiquita», agregó esa vez el ministro durante una intervención en la conferencia de prensa semanal del presidente panameño, José Raúl Mulino.
Moltó recordó los términos del acuerdo para la reactivación de la producción bananera alcanzado con Chiquita el pasado 29 de agosto en Brasil durante una reunión de Mulino y los máximos dirigentes de la transnacional de capital brasileño.
El Memorando de Entendimiento entre el Gobierno y Chiquita fue firmado en Brasilia en el marco de una visita oficial del presidente Mulino a Brasil, y «establece un marco de cooperación para la reorganización del sector bananero» panameño, indicó un comunicado de la Presidencia panameña.
Se calcula que «Chiquita invertirá 30 millones de dólares para reactivar la producción en 5.000 hectáreas de tierras bananeras, y la posterior exportación» bajo el nuevo modelo operativo, según la información.
El banano se mantuvo durante el primer trimestre de este año como el principal producto de exportación de Panamá al representar el 17,5 % de las ventas al exterior, que en ese período alcanzaron los 324,4 millones de dólares, el mayor valor en quince años, apuntan las estadísticas oficiales.