Alcobendas (Madrid), 23 sep (EFE).- Chus Mateo afirmó durante su presentación como nuevo seleccionador masculino de baloncesto que asumir el cargo «es un sueño cumplido» y que va a afrontar el reto «con valentía e ilusión», al tiempo que indicó que ve «ganas de trabajo y unidad», algo que le ilusiona «muchísimo».

«Nunca sabes lo que te va a pasar, ni en la vida ni en el deporte. Y esto para mí es un sueño cumplido, aunque nunca pienses que pueda suceder. La vida viene como viene y toca esto. No sé si es el mejor momento, pero es el que es. Y lo voy a afrontar con determinación y valentía. Me apasiona lo que hago y voy a tratar de demostrar esa pasión que tengo», dijo.

«Estoy convencido de que hay que hacer cosas nuevas, mirar fórmulas diferentes en un momento determinado donde el baloncesto nacional nos lo pide. Ahí tenemos que trabajar codo con codo. Veo ganas de trabajo y unidad, y eso me ilusiona muchísimo. Hay que trabajar codo con codo para que en el baloncesto nacional todos podamos dar un paso adelante. Hay que ilusionarse, unirse. Quiero ser muy positivo y dar un mensaje optimista porque lo siento así: va a ir bien», añadió en su puesta de largo.
Mateo se mostró «absolutamente feliz» y partidario de poner «su sello» a pesar de tener «talante dialogante» tras una etapa que ha estado repleta de éxitos como la de Sergio Scariolo, con quien se ha «intercambiado whatsapps» después de que ambos hayan cambiado sus papeles en el Real Madrid y en la Selección y al que considera «uno de los mejores que puede haber hoy día» que «ha dejado un legado extraordinario junto a los jugadores que le han acompañado».
Dos de ellos han sido los hermanos Willy y Juancho Hernangómez, de los que afirma que son «dos jugadores fundamentales a futuro» a pesar de que el último Eurobasket «no haya podido ser el mejor de la historia» y «hayan podido salir señalados»: «En otros han hecho Europeos extraordinarios y no podemos olvidarnos de estas cosas. Tenemos que tener criterio».
El técnico madrileño ya conoce lo que es la federación y la selección absoluta, pues fue ayudante del propio Scariolo. Para él fueron momentos «distintos» aunque cree que «es un bagaje importante para conocer ciertos mecanismos y el saber qué significa representar al equipo nacional».
«Han pasado unos cuantos años, pero entiendo que la esencia de lo que es el equipo nacional y la federación ha de mantenerse en el tiempo por respeto a los que han representado a la selección en años anteriores, por la historia de esta federación, por el prestigio que tiene a nivel europeo y mundial. El prestigio y la historia no se pierden».
«Quiero lanzar un mensaje de ilusión no solamente a los jugadores, que creo que tenemos potencial suficiente para volver a vivir momentos muy felices con la selección, sino también a la afición, que va a estar muy pendiente, que está muy detrás, que se identifica mucho con la selección. Vamos a trabajar codo con codo para llevar la ilusión otra vez a los hogares de España», añadió.
En sus declaraciones opinó también que el «gen ganador» de ‘La Familia’ «existe y va a seguir existiendo» y reconoció que aunque el último Europeo «ha podido no ser extraordinario a nivel de resultados, ha lanzado mensajes muy buenos de optimismo» al ver, por ejemplo, que «hay dos jóvenes (Sergio de Larrea y Mario Saint-Supéry) que han jugado un campeonato extraordinario y están llamando a la puerta para decir que quieren entrar». Con ellos y con todos los demás considera que es fundamental el «cariño».
«Quiero que los jugadores españoles que estén en todos los sitios sientan que su seleccionador va a estar muy cerca de ellos. No solo para verles, que lo haré, sino para que se sientan partícipes independientemente de que vayan a formar parte de la selección final o no. Quiero que sientan que pueden ser elegidos en todo momento y que la federación es una válvula de escape para llorar en el hombro en un momento determinado. Quiero darles ese cariño; no quiero que seamos un ente frío», expresó.
Su primer reto serán las próximas ventanas FIBA, donde no podrá contar con jugadores de la NBA, la NCAA o la Euroliga aunque cree que el baloncesto español, a pesar de ello, «tiene jugadores absolutamente capacitados para hacer un muy buen trabajo». En cuanto al tiempo que se marca para volver a ver a España peleando por los título, comentó: «Las prisas nunca han sido buenas en el deporte».
«Hay que tratar de hacer las cosas bien y eso requiere de la inmediatez que siempre tendremos ahí, pero también de la pausa y la reflexión que en un momento determinado requiere una reestructuración de una base, de un poso que está y que a todos nos ilusiona. Hemos visto brotes verdes y hay que dejarlos crecer. Hay que dejar que las cosas fluyan y vayan poco a poco. Plantearse si en dos, tres o cuatro años vamos a tener una generación buenísima… a lo mejor la tenemos en menos, a lo mejor tardamos más en llegar. Sí mando un mensaje de optimismo: eso va a llegar sí o sí», agregó.
Asimismo en cuanto a su cuerpo técnico señaló que le gustaría tener gente de su confianza a su lado, porque empieza una nueva etapa en la que tiene que sentirse cómodo y confirmó que, por el momento, su trabajo en la Selección será exclusivo: «La federación ahora mismo necesita a alguien que se meta al cien por cien en cómo ilusionar a los jugadores y cómo reestructurar un nuevo momento. Y en ningún caso hubiera sido bueno ni para la federación ni para mí compaginara dos cargos; nunca ha sido un punto de divergencia».