Redacción Ciencia, 15 sep (EFE).- Un equipo de investigadores ha conseguido desvelar el origen químico del característico azul intenso que aparece en una de las pinturas más representativas e icónicas (Number 1A, 1948) del pintor estadounidense Jackson Pollock.
El cuadro ha sido durante las últimas décadas objeto de varios estudios de conservación para conocer el origen de los colores que utilizaba el pintor, ya que alguno de pigmentos azules que usó en esa pintura están mostrando con el paso del tiempo un comportamiento muy diferente al de otros cuadros, porque cambian de tono, pierden intensidad o se degradan de una forma inesperada.
Investigadores de la Universidad de Stanford (Estados Unidos) han utilizado ahora técnicas de espectroscopia láser para identificar el pigmento azul de esa pintura, que se conserva en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), y hoy publican los resultados de su trabajo en la revista PNAS.
Y han concluido que el pigmento azul utilizado por Pollock en ese cuadro es manganeso, que fue ampliamente utilizado por los artistas en el siglo XX por el color intenso y brillante, pero que fue descartado paulatinamente a lo largo del siglo pasado debido a las preocupaciones ambientales y de salud asociadas al proceso de fabricación.
Con anterioridad, y según consta en el resumen que ha facilitado la revista, los investigadores ya habían identificado el origen de los colores rojos y amarillos que se utilizan en la misma pintura, pero el origen químico del azul intenso que aparece en el cuadro era todavía desconocido.
La identificación del origen de ese pigmento podría además explicar la conservación de las obras de Pollock, uno de los artistas más representativos del expresionismo abstracto del siglo XX y que cuya obra se caracterizó por mezclar materiales y pinturas convencionales con otras de origen industrial.
Los investigadores han utilizado también técnicas espectroscópicas para explorar los fenómenos químicos que producen el color distintivo del pigmento, y han comprobado que el manganeso en el pigmento crea dos bandas de absorción que filtran la luz de baja y alta energía, lo que resulta en la reflexión de un tono azul muy puro e intenso.