Belgrado, 15 mar (EFE).- Cientos de miles de personas, llegadas a desde toda Serbia y convocadas por el movimiento estudiantil, se congregaron esta tarde en el centro de Belgrado para expresar su malestar con el Gobierno y el presidente serbio, el populista nacionalista Aleksandar Vucic.
Según imágenes aéreas de la televisión regional N1, todo el centro de la capital serbia, en torno al Parlamento, estaba abarrotado por manifestantes, con banderas de Serbia y numerosas pancartas en contra de la corrupción en el Gobierno y en el Estado.
Según los medios independientes, como N1 o Nova TV, la concentración de hoy es la mayor en la historia moderna de Serbia.
Así, sería incluso más multitudinaria que las concentraciones que vivió el país balcánico cuando en otoño de 2000 cayó el régimen del entonces presidente autoritario yugoslavo Slobodan Milosevic.
La manifestación de hoy, en medio de incesantes lluvias, iba a comenzar oficialmente a las 16.00 hora local (15.00 GMT) enfrente del Parlamento, pero fue trasladada finalmente a una plaza cercana.
Todos los accesos al centro de la capital serbia, como el puente Branko sobre el río Sava, estaban desde el mediodía colapsados y bloqueados, según relató un reportero de EFE en el lugar.
Pese a los temores del movimiento opositor a Vucic de que podrían producirse acciones violentas, por ahora la manifestación es pacífica, sin incidentes, en un ambiente festivo y alegre.
El propio presidente había vaticinado violencia en la marcha de hoy y amenazado con una respuesta firme de las fuerzas del orden.
Vucic califica las protestas como una “revolución de colores” organizada “desde afuera” y asegura que su salida del poder solo sería posible “si lo matan”.
El movimiento estudiantil y la oposición creen que el Gobierno pretende usar actos violentos como pretexto para poder declarar el Estado de emergencia.
Para el analista Ivan Protic, la ola de protestas es “imparable” y la concentración de este sábado es “la continuación del proceso de transformación de Serbia de una cenicienta a una princesa de democracia y libertad”.
“Vucic ha entendido que su fin está cerca y sólo usa lo que sabe, el discurso de odio y la violencia”, dijo Protić a EFE.
Unidades antidisturbios de la policía serbia se encontraban por la tarde con cientos de agentes cerca del Parlamento y en torno a un cercano parque en el que el partido gobernante SNS levantó una acampada para aquellos estudiantes que “quieren seguir estudiando”.
Desde el comienzo de la ola de protestas, desencadenadas por la muerte de 15 personas en noviembre al derrumbarse un tejado de la estación de trenes de Novi Sad, al norte de Belgrado, muchas universidades han sido ocupadas por los estudiantes y se han suspendido las clases y exámenes.
Los estudiantes cuentan con el apoyo de muchos ciudadanos comunes pero también de algunos grupos opositores.
El partido SNS y Vucic controlan la política del país balcánico desde 2012, con una oposición parlamentaria atomizada, dividida y poco organizada.
Miles de estudiantes llegaron anoche a Belgrado desde varias ciudades serbias, a pie o en bicicletas, y fueron recibidos por decenas de miles de personas, con cánticos, silbatos, vuvuzelas y al ritmo de tambores.
“Espero que después de 12 años veamos el final de este gobierno. Que finalmente experimentemos cómo es vivir en un país donde las instituciones funcionan con normalidad”, dijo Luka, un economista de 30 años, en declaraciones a EFE.
Aquellos manifestantes que pretendían viajar a Belgrado en transporte público para unirse a la protesta vieron como numerosos servicios fueron suspendidos por las autoridades por supuestas amenazas de bombas.