Cerredo (Asturias), 31 mar (EFE).- Cinco trabajadores han perdido la vida, otros cuatro han resultado heridos de gravedad y dos salieron ilesos en una explosión registrada en la mina Cerredo, en Degaña, el accidente más trágico en la minería asturiana desde agosto de 1995, cuando 14 trabajadores fallecieron en el pozo Nicolasa de Hunosa a causa del grisú.
En esta ocasión, la principal hipótesis apunta también a que ha sido un embolsamiento de grisú, gas compuesto principalmente por metano que se encuentra en las minas de carbón y que es altamente inflamable, el que ha provocado una tragedia que ha sacudido al suroccidente asturiano y a las comarcas leonesas de Laciana y El Bierzo.

Todas las víctimas mortales- Jorge Carro, Rubén Souto Robla, Amadeo Bernabé, Iván Radio y David Álvarez- tenían entre 32 y 54 años, y eran vecinos de ambas comarcas leonesas, al igual que tres de los cuatro heridos de la explosión, mientras que solo uno es vecino de Degaña.
La explosión, según ha informado la delegada del Gobierno en Asturias, Adriana Lastra, se registró a las 8:45 horas a varios metros de profundidad, en la capa tercera de esta mina que desde hace siete años se encuentra prácticamente sin actividad, pero en la que la empresa Blue Solving llevaba a cabo un proyecto de investigación.

Esta sociedad dispone desde el verano del pasado año de un permiso de explotación para llevar a cabo trabajos relacionados con usos alternativos como su utilización en la fabricación de grafito, según el portavoz del Gobierno asturiano, Guillermo Peláez.
La consejera de Industria de Asturias, Berlarmina Díaz, ha incidido en que en el punto en el que se produjo el accidente mortal se estaban ejecutando trabajos “normales en un permiso de investigación complementario” y no de extracción de mineral.
El aviso de que había trabajadores heridos y atrapados en una de las galerías de la mina se recibió en el Servicio de Emergencias del Principado (SEPA) a las 9:32 horas, y aunque en un principio se comunicó que podía haber sido provocada por problemas en una máquina, la hipótesis que ha ido ganado fuerza es que se debió a un embolsamiento de grisú, extremo que deberá confirmar la investigación que lleva a cabo la Policía Judicial.
Para colaborar en las labores de rescate fue movilizada la Brigada de Salvamento Minero que Hunosa tiene en el pozo Fondón, la Unidad Canina y varias dotaciones de bomberos, equipos sanitarios y Guardia Civil, mientras que no fue necesaria la intervención de la Unidad Militar de Emergencias, que ofreció su apoyo.
Tras confirmarse en un primer momento que había dos fallecidos, tres heridos y cuatro desaparecidos, los equipos de rescate localizaron a las pocas horas a todos ellos, tres sin vida y uno con heridas muy graves que fue sacado al exterior poco después del mediodía.
Proyecto de investigación
Inaugurada en 2009 como una de las más grandes y modernas de España, la mina de Cerredo se encontraba prácticamente sin actividad desde hace siete años, aunque desde el verano pasado la empresa Blue Solving contaba con autorización para un proyecto de investigación sobre usos alternativos al carbón.
Según ha comentado la consejera de Industria, en el punto en el que se produjo el accidente mortal se estaban ejecutando trabajos “normales en un permiso de investigación complementaria”.
El último accidente en el interior de esta mina, caracterizada por tener un túnel de varios kilómetros por el que pueden entrar camiones de gran tonelaje, tuvo lugar el 15 de julio de 2015 cuando un picador quedó atrapado por un derrumbe. Además, el 25 de agosto de 2022 un trabajador murió y otro resultó herido cuando se encontraban en el exterior de la explotación y perdieron el control de un vehículo.
En los últimos años, el cierre de minas y centrales térmicas ha reducido drásticamente la cifra de muertes en accidente en este sector, por lo que hay que remontarse hasta las década de los noventa del pasado siglo para recordar una tragedia de esta magnitud.
El último gran accidente tuvo lugar el 14 de diciembre de 1998 en el pozo Montsacro de Hunosa, con tres fallecidos y un herido, mientras que la mayor tragedia de la minería asturiana en décadas se registró el 14 de agosto de 1995 cuando catorce picadores perdieron la vida en una explosión de grisú en el pozo San Nicolás de Hunosa.
Días de luto
Tanto el Gobierno de Asturias como el de Castilla y León han decretado dos días de luto, y tres el Ayuntamiento de Villablino, de donde eran la mayoría de los fallecidos y heridos, mientras las banderas ondean ya a media hasta y han sido suspendidos y desconvocados numerosos actos en señal de duelo.
Para la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, “en el siglo XXI no puede morir nadie así (…) No puede pasar lo que hoy estamos viviendo en nuestro país” por lo que ha asegurado que “todo el peso de la ley va a recaer sobre posibles responsabilidades” que se deriven de este accidente.
Según la ministra, hay que saber “qué estaban haciendo exactamente” estos trabajadores en el momento del accidente, “qué medidas de prevención tenían y, qué tipo de permisos había sobre esta mina”.